domingo, 6 de marzo de 2011

APUNTES PARA REFLEXIONAR.

J.G.P.

Constantemente escuchamos comentarios en los que se afirma que las condiciones económicas y sociales de nuestro país, y en particular de nuestro estado, no son las mejores ni tampoco las que merece la ciudadanía, incluso se preguntan si habrá alguien o algunos que protesten por esta circunstancia, a todas luces lastimosa, lo que realmente sucede es que todo queda a nivel de comentario, y esto hay que aceptarlo nos muestra que la generalidad del pueblo está conforme con la situación o que cada quien está de acuerdo con la forma en que va resolviendo su propia problemática de vida, naturalmente que los ejemplos cunden y el que actualmente vivimos y viven en algunos países africanos y arábigos puede prender la mecha o inspirar a otros pueblos a exigir mejores condiciones de vida.
Es notorio escuchar que la pobreza extrema, la falta de oportunidades, e incluso la negación de la democracia son los motores que impulsan las revoluciones, o por lo menos la protesta del pueblo con fines de lograr cambios substanciales en los gobiernos, pero, aparentemente esto no es cierto, porque de serlo el mundo estaría en una constante revolución, satisfacer las necesidades de un pueblo, no es fácil, la Ciencia Económica señala, dentro de sus leyes, que la satisfacción de una necesidad, genera otras, cada vez mas complejas , son los gobiernos los que van generando estas, con el fin de dinamizar el consumo interno de sus propios países, en ocasiones aprovechando los esporádicos momentos de abundancia, usted recordara, amigo lector, el momento de gloria de uno de nuestros presidentes de la republica que nos ofreció vivir en la opulencia, aunque esto fue solo un instante, del que muchos ni nos dimos cuenta, sin embargo, hemos sufrido devastadoras devaluaciones que no nos han llevado, salvo el levantamiento Zapatista, a inconformidades de consecuencias nacionales, muchos afirman que lo que sucede es que somos muy aguantadores o que estamos curados por todos los años de violencia que vivimos en el pasado.
Las condiciones, circunstancias, que llevan a un pueblo a encarar la realidad son otras y no exactamente la opresión, ya vimos lo que sucedió en Túnez, quince años viviendo en un estado de excepción, y sin embargo se mantenía conforme, hasta que el agua llego al rio, se afirma, por otra parte que el verdadero motor de las revoluciones, o lo que mueve a un pueblo a demostrar su inconformidad reside, no en la pobreza y falta de oportunidades,, sino, en la distancia que existe entre ricos y pobres, en un estado que se mantienen las condiciones, sociales, económicas, de oportunidad, etc., más o menos en un mismo nivel, nunca se presentara una revolución, por lo que es muy importante ir tomando en consideración las circunstancias que estamos cultivando, y no solamente, en nuestro estado y en nuestro país, sino en toda América, donde la franja que divide a los pudientes de los menesterosos es cada día mas grande, aunque un grueso importante de la población puede obtener los seis mil pesos mensuales, estos no son capaces de satisfacer, ni siquiera, medianamente, las necesidades que imponen condiciones de desarrollo de nuestra sociedad, y esto aunque lo diga y lo desmienta el señor secretario de Hacienda, que lo traicionaron sus impulsos, ya que sus cálculos los hacía, pero en dólares, que es el salario de unos pocos que laboran en los gobiernos, porque muchos ganan más, estas distancias, esta capacidad para poder pagar servicios o adquirir satis factores, es lo que al pueblo le molesta, ¿será aceptable que un servidor público pueda saborear un postre que cuesta dos mil pesos, cuando la gran mayoría del pueblo recibe dos mil pesos de salario al mes? Es menester poner los pies en la tierra y evitar todos esos lujos que exhibe la clase política y los grandes industriales del país para evitar que en una fecha próxima lleguemos a los extremos que otros pueblos han llegado para buscar que la riqueza se reparta de mejor manera, y usted, amigo lector ¿Qué opina?

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