domingo, 2 de mayo de 2010

LA GUERRA POR EL AGUA

María del Carmen Franco García


Un elemento que da origen a la vida como es el agua, también está a punto de ser la razón de que se extinga la vida, ya que por lo pronto las disputas por la posesión y disposición del líquido vital están llegando a límites alarmantes.
Mientras tanto, el agua escasea cada día más y esta situación lleva a la población a la desesperación. Es imposible vivir sin agua y de esto se valen las mismas autoridades para manipular al conglomerado; primeramente para lograr los votos que lleven a los aspirantes al poder, después para mantener controlada a la gente.
Así hay quienes en campaña firman ante notario que la tarifa del pago por servicio de agua será del 50% en comparación con la tarifa normal. Quienes gozan de este privilegio son los potenciales votantes, mismos quienes al final afortunadamente ya no votan por estos embaucadores, han aprendido a manipular a los manipuladores.
Ahora los supuestos privilegiados con los descuentos de tarifas, ven que las firmas no valen y que ahora deben pagar más de lo acordado. Sin entrar en análisis acerca de lo justo o lo injusto que sería en este caso exigir el pago de la tarifa normal, simplemente el hecho de prometer en campaña privilegios para algunos grupos, pone en serios problemas el abastecimiento del líquido.
Se ha vuelto una costumbre recurrir a la estrategia del descuento en pagos de tarifas de agua “potable” para engañar al electorado. Para manipularlo en favor de intereses mezquinos.
Como es lógico, no es posible dar cumplimiento a ese tipo de palabra empeñada porque el sistema iría a la quiebra. Hay que recordar que el SAPAM ha sido de manera permanente la caja chica del ayuntamiento y ahora con menos recursos económicos por el cobro de tarifas indebidas y los clientes morosos, se hace indispensable acabar con los privilegios.
Sin embargo los habitantes de la zona norte de la ciudad no se andan por las ramas y exigen CUMPLIMIENTO a la promesa de campaña que les otorgaba el privilegio del pago de media tarifa.
“Tú prometiste y ahora cumples”, dicen. Y eso es independiente de si te dimos O NO los votos en su momento. “Ahora nos cumples”.
Y así se ha prostituido el tema del abasto de agua potable, hasta este elemento vital ha sido utilizado para saciar las ambiciones de poder.
El problema de desabasto de agua se agudiza y también el de su distribución.
Se agudiza el desabasto porque los suelos que originalmente captaban el agua de manera natural han sido rellenados con cemento. Su distribución se complica por falta de recursos para ampliaciones de la red de tubería.
En las dos condiciones anteriores impera la palabra clave: CORRUPCIÓN.
Y esa es la forma en que ahora estemos padeciendo la aberración que significa vivir en un lugar privilegiado por las lluvias, con los enormes problemas por el desabasto de agua. ¿Hasta dónde llegará este problema? ¿Será necesario que tengamos que sufrir de sed para hacer algo?
Yo creo que es menester que se haga de lo anterior una reflexión profunda y que se aplique un programa contundente para que la ciudad no se seque.
Esta tarea quedará para la próxima administración si quienes la integran aplican la conciencia y la justicia. Por lo pronto, solamente se espera que se termine pronto este año, ya que no les dará el hilo para estirarlo más. Son las consecuencias de llegar al poder a base de engaños y los resultados son fatales. Generalmente el jefe se libra de las muestras de descontento y pone a un rehén (su empleado) para que por su conducto se absorban los insultos, los gritos, las humillaciones y hasta los golpes. Regresamos al Porfiriato.
El agua pues, es ahora y seguirá siendo el tema más importante para abordar en teoría y práctica. Es un asunto insoslayable. De ahí depende nuestra salud y nuestra vida. Ustedes dicen qué vamos haciendo desde ahora.
Tengo la seguridad de que si se establecen tarifas justas de acuerdo con el nivel de consumo y de las condiciones socio económicas de los usuarios, podría rescatarse el sistema de manera gradual y las condiciones se presentarían mucho menos desfavorables. Pero para ello se requiere de una decidida participación ciudadana que multiplique la concientización acerca del uso racional del agua y de pagos justos, así como de gobernantes que por primera vez en sus vidas no utilicen tan delicado tema como promesas para que voten por ellos. Lo anterior porque de tanto saqueo, el agua y su sistema de administración ya no dan para más ¿Será mucho pedir?

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