Elio Henríquez
El pasado viernes fue inaugurada en esta ciudad la exposición titulada “Veteranos Zapatistas 1910-1920, del fotógrafo italiano Jon Guiiodo Bertelli.
Las 22 fotografías que estarán expuestas durante un mes en el centro cultural Tierra-dentro, ubicado en la primera cuadra del andador Guadalupano de San Cristóbal, fueron tomadas por el autor entre 1996 y 1997 en pequeños pueblos de Morelos, de donde era originario Emiliano Zapata.
La mayor parte de imágenes fueron tomadas a personas que combatieron al lado del llamado Caudillo del sur, otras a sus familiares e inclusive una al acta certificada de su matrimonio con Espejo, en el cual fungió como padrino Francisco I. Madero.
“Yo estuve dos años en México, en 1996 y 1997; me invitaron a un pueblo en Morelos que se llama San Andrés de la Cal y la gente me empezó a hablar de Emiliano Zapata y para saber más regresé y conocí al hijo menor de Emiliano Zapata que es Mateo, y él me abrió las puertas, confió en mí y me presentó a 15 o 20 veteranos; en año y medio me fui de lugar en lugar conociendo, entrevistando y fotografiando a los diferentes veteranos”, dijo en entrevista de fotógrafo.
“Mi búsqueda se enfoco en el estado de Morelos, en donde la revolución del sur se inicio y en donde tuve el honor de fotografiar desde el más joven de los veteranos, de 99 años, hasta el más maduro, de 108 años”, expresó.
Añadió que posteriormente viajó a Pórtland, Oregon, Estados Unidos, donde hizo algunos artículo sobre la Revolución Mexicana de 1910-20; después fue a Vancuver, Canadá y como parte de las actividades conmemorativas de los cien años de la Revolución montó exposiciones en Londres, Inglaterra, dos en Vancuver, una en Montreal y otra en Toronto, además de California y Arizona donde dio conferencias en escuelas con la presencia de hispanoamericanos sobre todo.
“Ahora estamos en Chiapas, que pienso que es el lugar bueno para estar porque van de la mano. Esta es la primera vez que se presenta en México, y escogí Chiapas por lo que está pasando aquí (con el zapatismo), porque pienso que van de la mano, ya que Emiliano Zapata vive; uno de los últimos veteranos falleció en 2002 pero viven porque están con Zapata y aquí están hoy todos”, afirmó en entrevista antes de la inauguración a la que asistieron decenas de personas.
“Tenemos veteranos de la Revolución en las fotos, dos adelitas, una de su hijo; está la certificación del matrimonio entre Zapata y su esposa que se llamaba Espejo y los camafeos que fueron el regalo de bodas de Francisco I. Madero, quien fue el padrino de la boda. Está Galo poeta y doctor fallecido en 2002, con un poema que se llama ‘Adiós a mi vida’, y está una hija adoptiva de Zapata, porque era hija sólo de Espejo”, señaló Bertelli.
—¿Zapata vive? –se le preguntó.
—Siempre vive. Aquí está ahora con todos los veteranos.
De origen italiano pero radicado en Canadá desde su juventud, Bertelli comentó que la mayor parte de su vida se ha dedicado a hacer fotografía de publicidad, pero empezó con el tema de los veteranos zapatistas porque lo aceptaron. “Ellos me dieron su confianza y eso fue algo muy importante para mí. Todo comenzó a caminar más rápido después del aniversario. Es algo especial para mí y estoy feliz de que esté aquí un mes la exposición”, indicó.
“Me hablaron con tal pasión de ese pasado tan cercano a sus corazones como si fuera parte de su vida presente y conforme me llevaban de la mano a través de su propia historia, esas personas frágiles por el paso de los años cobraban una dimensión de gigantes”, subrayó.
Informó que una vez que concluya la exhibición en Chiapas, en esta ciudad concretamente, la exposición posiblemente será presentada en otros lugares de México, como Cuautla y Cuernavaca, Morelos, en Puebla y el Distrito Federal.
—¿Ha trabajado en medios de prensa?
—Algo, pero más en lo más editorial. El proyecto más grande es este.
—¿Le llama la atención la Revolución Mexicana?
—Sí. Y también porque fue algo muy especial para mí en Morelos. Cuando me hablaban de Zapata…Zapata era para mí algo de películas como Marlon Brandon. Para mí como europeo México era un país lejano, exótico con Zapata, con bigotes. Estar en el lugar y aprender más fue algo fantástico. Viví un año y medio con los hombres y las mujeres que pelearon con él.
—¿Cree que Zapata pueda perdurar por mucho tiempo más; que sus postulados den más fruto más adelante?
—Pienso que sí. Cuando enseñé estas fotos a los estudiantes en Estados Unidos se llenaron de orgullo, porque a veces cuando naces en otro lugar pierdes un poco tu identidad.
Manifestó que la exposición fue exhibida por primera vez en Londres hace un año.
El proceso para encontrar a los protagonistas y tomar las fotografías le llevó más de año “porque estaban lejos en pueblos pequeños, y luego todo fue con películas y tuve que digitalizar todas las fotos. Fue mucho tiempo”.
Las 22 fotografías que estarán expuestas durante un mes en el centro cultural Tierra-dentro, ubicado en la primera cuadra del andador Guadalupano de San Cristóbal, fueron tomadas por el autor entre 1996 y 1997 en pequeños pueblos de Morelos, de donde era originario Emiliano Zapata.
La mayor parte de imágenes fueron tomadas a personas que combatieron al lado del llamado Caudillo del sur, otras a sus familiares e inclusive una al acta certificada de su matrimonio con Espejo, en el cual fungió como padrino Francisco I. Madero.
“Yo estuve dos años en México, en 1996 y 1997; me invitaron a un pueblo en Morelos que se llama San Andrés de la Cal y la gente me empezó a hablar de Emiliano Zapata y para saber más regresé y conocí al hijo menor de Emiliano Zapata que es Mateo, y él me abrió las puertas, confió en mí y me presentó a 15 o 20 veteranos; en año y medio me fui de lugar en lugar conociendo, entrevistando y fotografiando a los diferentes veteranos”, dijo en entrevista de fotógrafo.
“Mi búsqueda se enfoco en el estado de Morelos, en donde la revolución del sur se inicio y en donde tuve el honor de fotografiar desde el más joven de los veteranos, de 99 años, hasta el más maduro, de 108 años”, expresó.
Añadió que posteriormente viajó a Pórtland, Oregon, Estados Unidos, donde hizo algunos artículo sobre la Revolución Mexicana de 1910-20; después fue a Vancuver, Canadá y como parte de las actividades conmemorativas de los cien años de la Revolución montó exposiciones en Londres, Inglaterra, dos en Vancuver, una en Montreal y otra en Toronto, además de California y Arizona donde dio conferencias en escuelas con la presencia de hispanoamericanos sobre todo.
“Ahora estamos en Chiapas, que pienso que es el lugar bueno para estar porque van de la mano. Esta es la primera vez que se presenta en México, y escogí Chiapas por lo que está pasando aquí (con el zapatismo), porque pienso que van de la mano, ya que Emiliano Zapata vive; uno de los últimos veteranos falleció en 2002 pero viven porque están con Zapata y aquí están hoy todos”, afirmó en entrevista antes de la inauguración a la que asistieron decenas de personas.
“Tenemos veteranos de la Revolución en las fotos, dos adelitas, una de su hijo; está la certificación del matrimonio entre Zapata y su esposa que se llamaba Espejo y los camafeos que fueron el regalo de bodas de Francisco I. Madero, quien fue el padrino de la boda. Está Galo poeta y doctor fallecido en 2002, con un poema que se llama ‘Adiós a mi vida’, y está una hija adoptiva de Zapata, porque era hija sólo de Espejo”, señaló Bertelli.
—¿Zapata vive? –se le preguntó.
—Siempre vive. Aquí está ahora con todos los veteranos.
De origen italiano pero radicado en Canadá desde su juventud, Bertelli comentó que la mayor parte de su vida se ha dedicado a hacer fotografía de publicidad, pero empezó con el tema de los veteranos zapatistas porque lo aceptaron. “Ellos me dieron su confianza y eso fue algo muy importante para mí. Todo comenzó a caminar más rápido después del aniversario. Es algo especial para mí y estoy feliz de que esté aquí un mes la exposición”, indicó.
“Me hablaron con tal pasión de ese pasado tan cercano a sus corazones como si fuera parte de su vida presente y conforme me llevaban de la mano a través de su propia historia, esas personas frágiles por el paso de los años cobraban una dimensión de gigantes”, subrayó.
Informó que una vez que concluya la exhibición en Chiapas, en esta ciudad concretamente, la exposición posiblemente será presentada en otros lugares de México, como Cuautla y Cuernavaca, Morelos, en Puebla y el Distrito Federal.
—¿Ha trabajado en medios de prensa?
—Algo, pero más en lo más editorial. El proyecto más grande es este.
—¿Le llama la atención la Revolución Mexicana?
—Sí. Y también porque fue algo muy especial para mí en Morelos. Cuando me hablaban de Zapata…Zapata era para mí algo de películas como Marlon Brandon. Para mí como europeo México era un país lejano, exótico con Zapata, con bigotes. Estar en el lugar y aprender más fue algo fantástico. Viví un año y medio con los hombres y las mujeres que pelearon con él.
—¿Cree que Zapata pueda perdurar por mucho tiempo más; que sus postulados den más fruto más adelante?
—Pienso que sí. Cuando enseñé estas fotos a los estudiantes en Estados Unidos se llenaron de orgullo, porque a veces cuando naces en otro lugar pierdes un poco tu identidad.
Manifestó que la exposición fue exhibida por primera vez en Londres hace un año.
El proceso para encontrar a los protagonistas y tomar las fotografías le llevó más de año “porque estaban lejos en pueblos pequeños, y luego todo fue con películas y tuve que digitalizar todas las fotos. Fue mucho tiempo”.
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