domingo, 7 de noviembre de 2010

¿COMÓ NOS AFECTAN LOS CAMBIOS DE ESTACIÓN?

Daniel Román Montoya

LA LLEGADA DE CADA ESTACIÓN SIDERAL PONE EN MARCHA EL RELOJ BIOLÓGICO ANUAL QUE REGULA EL FLUJO DE LAS HORMONAS E INFLUYE EN EL COMPORTAMIENTO HUMANO.
Todos tenemos no uno sino varios relojes biológicos. Los cronobiológicos- que estudian y miden el tiempo en que se presentan los fenómenos fisiológicos repetitivos o cíclicos-distinguen tres tipos: los circadianos. Del latín circa, alrededor de,- y de diez, día –que rigen los ritmos cotidianos, como, el sueño, la temperatura, la presión sanguínea…, los ultradianos—de ultra más veces , y diez-, que regulan los ritmos menores a veinticuatro horas, como la reproducción celular, la respiración, los latidos del corazón, las fases del sueño …; y los infradianos menos veces – que miden ritmos de más de un día: una semana, un mes o un año.
De alguna manera, todos esos ritmos se entrelazan y compensan, lo que se traduce en un perfecto desempeño del organismo. Pero también puede suceder a la inversa, que se desasocien y ocasionen trastornos no sólo- a la salud de las personas sino también a su estado de ánimo
EL DESPERTAR DE LA NATURALEZA
El banderazo de arranque lo da el equinoccio de primavera, fecha en que el día y la noche son iguales. En el hemisferio norte o boreal, se da alrededor de 21 de marzo y, en el sur, entre el 222 o 23 de septiembre. En tiempos de los romanos, se hablaba de la primavera. O sea, “el inicio de la primavera”. Gracias a la intensidad de la luz, las plantas reverdecen y florecen. Las aves y otras muchas especies comienzan los rituales amorosos, impulsados por la baja notable de la producción de melatonina en su organismo como efecto directo de la mayor y prolongada iluminación. En contraste, se desencadenan las hormonas sexuales que los impulsan a emprender los cortejos nupciales, preparar los nidos…
En los seres humanos acontece algo parecido. El poeta romano Ovidio llamaba aevum Erotis, el tiempo o la época de Eros, a esta temporada. La luz estimula la hipófisis- la torre de control de las hormonas sexuales-, situada en el cerebro. En los tiempos de mayor luminosidad, esa glándula interna trabaja a su máxima capacidad. En consecuencia, libera una serie de hormonas que juegan un papel clave en el deseo sexual y el enamoramiento. En los varones son los andrógenos; en las mujeres, los estrógenos. También intervienen otras hormonas, como la feniletilamina- un neurotransmisor responsable del enamoramiento – y las feromonas, que hacen que dos personas se deseen sexualmente.
En el hemisferio norte, entre los pueblos cristianos, el equinoccio de primavera coincide con pocas semanas de diferencia- con las vacaciones de Semana Santa y esta coincidencia acarrea algunas consecuencias personales y sociales. Estudios de la Organización Mundial de la Salud han comprobado que aumenta el número de contagios de las enfermedades de transmisión sexual entre marzo y abril en los países de ese hemisferio. Por otra parte, a la vez que aumentan las consultas de jóvenes acerca de empleo de métodos anticonceptivos, también crece el número de embarazos no deseados.
A PLENO SOL
Los romanos Clamaban tempus veranum (tiempo primaveral) o tempus aestivum (tiempo estival, ardiente o caliente). A la estación del año solar entre primavera y el otoño. En castellano, las palabras y estío se conservan como sinónimo para designarla. Por lo general, sin importar la posición geográfica de un lugar, suele ser la época más calurosa del año; en algunos sitios se acerca o rebasa incluso los 40 grados Celsíus a la sombra, en el Estío se presenta el día más largo del año, el llamado solsticio de verano, alrededor del 21 de junio en el hemisferio norte , y del 22 de diciembre en el hemisferio Sur.
Está comprobado que en muchas especies, el estío es la época en la que los machos alcanzan el mayor nivel de testosterona, la hormona que se encarga, entre otros del desarrollo de los órganos sexuales y de la manifestación de los caracteres primarios y secundarios de la sexualidad masculina. Esta plenitud hormonal es la causante de los enfrentamientos entre los machos para hacerse de una hembra. Aunque no hay estudios precisos sobre cómo el verano afecta los niveles de producción de la testosterona en el ser humano, se tiene la fundada sospecha de que el incremento de esta hormona puede ser la causa de algunos comportamientos anormales: delitos sexuales, riñas, accidentes del tránsito y otros actos violentos que aumentan durante esta época.
LAS VARIACIONES DE LA LUMINOSIDAD SOLAR DURANTE EL AÑO NO SÓLO SUBEN O BAJAN LOS NIVELES DE LAS HORMONAS, SINO TAMBIÉN EL ESTADO DE ÁNIMO DE LAS PERSONAS. CUANDO LA HOJAS CAEN.
En el hemisferio norte el equinoccio de otoño se da alrededor del 23 de septiembre ( hacia el 21 de marzo en el hemisferio austral). Los romanos llamaban a esta temporada autummus, otoño, o caída de las hojas, en contrapartida del retoño, o brote de las hojas, que acontece en la primavera. A partir del equinoccio otoñal, los días son paulatinamente más cortos es decir, hay una disminución diaria de la luminosidad ambiental. En consecuencia, el organismo humano segrega cada vez más melatonina, la hormona del sueño. Hacia fines de la temporada, aparece el llamado “Síndrome Anual Recurrente” (SAR), malestar que se desarrolla en plenitud durante la siguiente estación.
Los gastroenterólogos advierten que los casos de úlcera duodenales sobrevienen más durante el otoño. Por otra parte, el otoño favorece la actividad del hemisferio derecho del cerebro. Así se incrementa la imaginación, la creación y las facultades artísticas.
FRÍO MAYOR OSCURIDAD.
El día más corto del año se da hacia el 22 de diciembre en el hemisferio norte, o sea, hacia el 22 de junio en el hemisferio astral. En general es la época más fría del año en todos los sitios incluso, en algunos, las temperaturas alcanzan 30 grados bajo cero. Los romanos llamaban tempus hibernum, tiempo invernal, del frío a esta temporada.
Además del que el flujo de la melatonina es el más alto del año, el cuerpo humano recibe el más bajo nivel de rayos ultravioleta provenientes de la luz solar; todo ello causa un “bajo nivel de estado de ánimo”. Lo que agudiza los malestares del SAR. Todavía más en el hemisferio norte, los festejos de la Navidad y del Fin de año, coinciden con este tiempo, festejos que lejos de proporcionar alegría, amuchas personas les ocasionan tristeza, por pérdidas afectivas o morales que tuvieron durante el año.

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