Filiberto Bedolla
Uno de los principales valores personales imprescindibles y que debe tener cada individuo es sin duda la autoestima. Sin ésta, la mediocridad y la desesperanza nos hacen presa fácil y nos hunde por completo. Sobre estos amigos; les ofrezco esta reflexión.
Luis, con el rostro desencajado por el pesar, se reúne con su amigo Jorge a tomar un café. Deprimido Luis, Vio en Jorge su paño de lágrimas y descargó en él sus angustias... que el trabajo, que el dinero, que la relación con su pareja, que sus anhelos... todo parecía estar mal en su vida.
Después de larga y amena charla, los amigos quedaron un momento en silencio y entonces Jorge sacó de su bolsillo un billete de 1000 pesos y le dijo: -”Luis, ¿aceptarías que te regalara este billete?”
Luis, un poco confundido, le dijo: -”Claro... son 1000 pesos, ¿quién no los querría?” Entonces Jorge tomó el billete, lo apretujó entre sus manos, lo arrugó hasta hacerlo una pequeña bolita de papel. Mostrando la estrujada pelotita a Luis, volvió a preguntarle: -”Y ahora todavía lo quieres?”
-”No sé qué pretendes con esto”, dijo Luis, “pero siguen siendo 1000 pesos, pues claro que los tomaré si me lo entregas.”
Entonces Jorge desdobló el arrugado billete, lo tiró al piso y lo pisoteó con su pie en el suelo, levantándolo luego sucio y marcado. -”¿Lo quieres todavía?”
-”Mira Jorge, sigo sin entender qué diablos pretendes, pero ese es un billete de 1000 pesos y mientras no lo rompas conserva su valor...”
-”Entonces, querido amigo, lo que pretendo decirte es que debes saber que en la vida, aunque a veces las cosas no salgan como quieres… aunque la vida te arrugue o pisotee, SIGUES SIENDO TAN VALIOSO como siempre lo has sido. Lo importante es saber cuánto te valoras y lo capaz que te sientas para remediar las cosas. Piénsalo amigo, tu puedes, no hay nada tan poderoso y de gran valor como tú mismo.
Luis se quedó mirando a Jorge sin atinar palabra alguna mientras el impacto del mensaje penetraba profundamente en su cerebro. Jorge puso el arrugado billete en la mesa cerca de las manos de Luis y con una sonrisa cómplice agregó: -”Toma, guárdalo para que te recuerdes de esto cuando te sientas mal... ¡pero me debes un billete nuevo de 1000 pesos para poder usarlo con el próximo amigo que lo necesite!”
Luis volvió a mirar el billete, sonriendo, lo guardó en su billetera y dotado de una renovada esperanza llamó al mesero para pagar la cuenta… y volviendose hacia su amigo le dio un fuerte apretón de manos diciendo, gracias… gracias de todo corazón amigo por devolverme el ánimo y fortalecer mi autoestima.
Así es amigos, esta singular historia nos hace reflexionar que; en el transcurso de nuestra vida estaremos siempre expuestos a grandes caídas e infortunios. En esos momentos agobiantes, lo más importante es saber y tener presente CUANTO VALES y no lo golpeado que puedas estar en un momento determinado, eso será transitorio, pero tu valor como persona se incrementará en cada lucha, en cada caída… y en cada triunfo.
Hasta la próxima y recuerden: “ PELEA POR LO QUE QUIERES Y NO DESESPERES SI ALGO NO ANDA BIEN. HOY PUEDE SER UN GRAN DÌA Y MAÑANA TAMBIEN”. (Juan Manuel Serrat)
Luis, con el rostro desencajado por el pesar, se reúne con su amigo Jorge a tomar un café. Deprimido Luis, Vio en Jorge su paño de lágrimas y descargó en él sus angustias... que el trabajo, que el dinero, que la relación con su pareja, que sus anhelos... todo parecía estar mal en su vida.
Después de larga y amena charla, los amigos quedaron un momento en silencio y entonces Jorge sacó de su bolsillo un billete de 1000 pesos y le dijo: -”Luis, ¿aceptarías que te regalara este billete?”
Luis, un poco confundido, le dijo: -”Claro... son 1000 pesos, ¿quién no los querría?” Entonces Jorge tomó el billete, lo apretujó entre sus manos, lo arrugó hasta hacerlo una pequeña bolita de papel. Mostrando la estrujada pelotita a Luis, volvió a preguntarle: -”Y ahora todavía lo quieres?”
-”No sé qué pretendes con esto”, dijo Luis, “pero siguen siendo 1000 pesos, pues claro que los tomaré si me lo entregas.”
Entonces Jorge desdobló el arrugado billete, lo tiró al piso y lo pisoteó con su pie en el suelo, levantándolo luego sucio y marcado. -”¿Lo quieres todavía?”
-”Mira Jorge, sigo sin entender qué diablos pretendes, pero ese es un billete de 1000 pesos y mientras no lo rompas conserva su valor...”
-”Entonces, querido amigo, lo que pretendo decirte es que debes saber que en la vida, aunque a veces las cosas no salgan como quieres… aunque la vida te arrugue o pisotee, SIGUES SIENDO TAN VALIOSO como siempre lo has sido. Lo importante es saber cuánto te valoras y lo capaz que te sientas para remediar las cosas. Piénsalo amigo, tu puedes, no hay nada tan poderoso y de gran valor como tú mismo.
Luis se quedó mirando a Jorge sin atinar palabra alguna mientras el impacto del mensaje penetraba profundamente en su cerebro. Jorge puso el arrugado billete en la mesa cerca de las manos de Luis y con una sonrisa cómplice agregó: -”Toma, guárdalo para que te recuerdes de esto cuando te sientas mal... ¡pero me debes un billete nuevo de 1000 pesos para poder usarlo con el próximo amigo que lo necesite!”
Luis volvió a mirar el billete, sonriendo, lo guardó en su billetera y dotado de una renovada esperanza llamó al mesero para pagar la cuenta… y volviendose hacia su amigo le dio un fuerte apretón de manos diciendo, gracias… gracias de todo corazón amigo por devolverme el ánimo y fortalecer mi autoestima.
Así es amigos, esta singular historia nos hace reflexionar que; en el transcurso de nuestra vida estaremos siempre expuestos a grandes caídas e infortunios. En esos momentos agobiantes, lo más importante es saber y tener presente CUANTO VALES y no lo golpeado que puedas estar en un momento determinado, eso será transitorio, pero tu valor como persona se incrementará en cada lucha, en cada caída… y en cada triunfo.
Hasta la próxima y recuerden: “ PELEA POR LO QUE QUIERES Y NO DESESPERES SI ALGO NO ANDA BIEN. HOY PUEDE SER UN GRAN DÌA Y MAÑANA TAMBIEN”. (Juan Manuel Serrat)
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