Roque Gil Marín Vassallo.
Al saberse en Tuxtla Gutiérrez que los Coletos habían formado un Ejército encabezado por el Señor Juan Espinoza Torres y el Líder Tzotzil Jacinto Pérez a) El Pajarito, para tomar por las armas a esa ciudad para recuperar la capital de Chiapas y regresarla a San Cristóbal de Las Casas; además de que habían desconocido al Gobierno Legítimo radicado en Tuxtla que era encabezado por el comiteco Ing. Reynaldo Gordillo León y que habían nombrado a su propio Gobernador en la persona del Dr. Policapio Rueda,(originario de Chilpancingo, Gro.), y que el Obispo de San Cristóbal de Las Casas, Monseñor Francisco Orozco Jiménez, estaba financiando esta causa; los Tuxtlecos procedieron a integrar su “Batallón Hijos de Tuxtla”, con el que derrotaron a los coletos en todos los frentes, por lo que tuvieron que rendirse y aceptar las condiciones que les impusieron, aunque nunca se quedaron quietos y siguieron produciendo condiciones de violencia social en todo Chiapas, terminando así lo que la historia reconoce con el nombre de “La Rebelión Chamula” que de Chamula solo tuvo los muertos.
Por otra parte, México se convulsionaba con la Revolución Mexicana que había iniciado el 20 de noviembre de 1,910, y que se esperaba que con la Renuncia del Gral. Porfirio Díaz, el arribo de Madero a la Presidencia, ésta se acabaría, pero no fue así pues con Madero hubieron mas y peores situaciones sociales que provocaron el levantamiento de los Grandes Caudillos como Emiliano Zapata, Pascual Orozco, Pancho Villa, Bernardo Reyes, Félix Díaz, Manuel Mondragón, etc. que consideraron que Madero “Había resultado Peor que Don Porfirio”, por lo que fue derrocado el 19 de Febrero de 1,913 y asesinado 3 días después el 22 de los mismos términos, arribando a la Presidencia de la República el Gral. Victoriano Huerta que se comprometió a pacificar al país y lanzar la convocatoria para elegir a un nuevo Presidente, pero se vio acorralado y su estancia en la presidencia se prolongó y empezó a enviar a los Estados a sus propios Gobernadores que suplieran a los Maderistas como el caso del Prof. Flavio Trinidad Guillén Ancheyta, que iba camino a la Ciudad de México a Tomar Posesión del Cargo de Secretario de Educación Pública que le otorgó Madero, y tuvo que dejar en el cargo de Gobernador al mismo Ing. Reynaldo Gordillo León que fue sustituido por el Gral. Bernardo A. Z. Palafox, enviado por Huerta a pacificar Chiapas, llegando a Tuxtla el º13 de Julio de 1,913 siendo muy bien recibido por la gente mas importante porque había sido condiscípulo de los mismos en Oaxaca, de donde era originario.
El Gral. Palafox, fue nombrado Presidente de los Festejos a la Virgen de Guadalupe y se formuló el Programa festivo que se llamó “Semana de Unión de los Chiapanecos”, por lo que en la ceremonia fúnebre a Don Benito Juárez, el 18 de Julio del citado año, fue lanzada la Convocatoria para lograr El Himno a Chiapas, y que este Canto no fuera bélico si no un Himno de Paz, de Unión y Concordia, y hubieron dos fases siendo la primera para la partitura musical cuyo Jurado estuvo formado por los Señores: Elvira Arenas de Burguete, como presidenta, y los Maestros José Santos Nava, director de la Banda de Música del Ejército, así como el distinguido Maestro David Gómez, como vocales.
La segunda fase se hizo 15 días después, para la Letra de nuestro himno, y el jurado estuvo formado por los Señores: Ponciano Burguete, como presidente y como vocales los CC. Bernardo Martínez Baca y Miguel Pavía.
Fueron recibidas 15 partituras musicales y el Jurado eligió POR UNANIMIDAD, la que envió al Maestro Musicógrafo Miguel Lara Vassallo, Director de la Banda de Música del Estado. También se recibieron 16 poemas y el respectivo jurado eligió al del Bardo José Emilio Grajales Moguel, por UNANIMIDAD. Esto se hizo el 25 de Agosto del año de 1,913 y el 28 de los mismos se emitió públicamente el correspondiente veredicto inapelable, esa noche en que los chiapanecos celebramos la Independencia de Chiapas.
Los Cronistas de Tuxtla Gutiérrez como el Prof. Braulio Sánchez Constantino y Eliseo Mellanes Castellanos, así como el Cronista de Tonalá, Prof. Gilberto Marín Rizo, el Cronista de San Cristóbal de Las Casas, Prof. Prudencio Moscoso Pastrana, así como importantes escritores e historiadores de esa generación como los Maestros Eduardo Javier Albores, Víctor Noé Mota Castillejos, Mauro Calderón Pineda, Juan María Morales, Cronista de Venustiano Carranza, entre otros no menos conocedores de la historia de Chiapas, afirmaron en su tiempo que el H. Congreso del Estado había emitido un Decreto que reconocía al Himno a Chiapas como el Canto de Chiapas y de los Chiapanecos, pero también dijeron que era posible que este documento hubiera sido destruido por los guerrilleros llamados “Mapaches” durante la revolución que sostuvieron entre 1,915 y 1,920, Comandados por el Caudillo Gral. Don Tiburcio Fernández Ruíz, que gobernó a Chiapas de 1,920 a 1,924.
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