COMENTARIOS PARA REFLEXIONAR.

J.G.P.

Siempre nos hemos ufanado del gran progreso que nuestro pensamiento ha alcanzado, desde el homo erectus, pasando por el homo sapiens, hasta nuestros días, nadie puede negar el avance, pero, este, va siempre acompañado del deterioro del resto de la naturaleza, el desarrollo de nuestra especie se ha fincado en la utilización de todo los otros elementos que tenemos a nuestro alrededor, la extinción de muchas especies, animales y vegetales se debe en su gran mayoría a la acción del hombre, el enorme deterioro del medio ambiente es consecuencia de la urgencia del hombre por satisfacer sus necesidades, el eterno rejuego de vivir o morir, normalmente señalamos a los gobiernos de la degradación del ambiente, las constantes inundaciones, los desgajamientos de de los cerros, de la impureza del aire, del deshielo de los polos, la reducción de los glaciares, en fin de toda esa gama de sucesos que parecen reafirmar la idea de que estamos en la frontera de cambios fundamentales en nuestro mundo, lo que casi nunca vemos o aceptamos es que todos contribuimos al desarrollo de estas circunstancias, pero, de todos los problemas, es el del agua el que debía preocuparnos principalmente, en todas las actividades del hombre el vital liquido es fundamental, es la vida misma.

Desde estas líneas hemos estado comentando que parece que no entendemos muy bien el fenómeno o fenómenos que entran en interacción para que el agua no nos falte, a últimas fechas se ha estado comentando que la mayor parte de los ríos de la costa chiapaneca están secos y que en los otros apenas corren unos pequeños hilos de agua, sin embargo, usted amigo lector se ha enterado de los graves problemas que representan las grandes avenidos que estos ríos tienen en tiempo de lluvias, ¿Por qué falta el agua, y porque sobra?, indudablemente que se debe al deterioro ambiental, y este no se ha generado simplemente por la explotación forestal, sino, también, y en gran medida, por los asentamientos humanos, que a su vez exigen de servicios como son calles y carreteras, que la final se convierten en ríos de temporada, es fácil advertir el problema si ponemos atención cuando llueve, nuestras calles son verdaderos ríos, lo mismo sucede con las carreteras, en ambos casos lo que se busca es desalojar las aguas lo mas pronto posible, así, las aguas se van en un instante, de donde se origina la lluvia a los ríos y de los ríos al mar, esto implica que la tierra no tiempo para absorber el agua, la cual, posteriormente, estaría alimentado los manantiales, arroyos y ríos, hemos hecho un desagüe directo de donde llueve al mar, hemos interrumpido uno de los momentos más importantes dentro de la forma como la naturaleza nos había asegurado el constante abastecimiento del agua.

Seguramente, usted se habrá preguntado que es los estamos haciendo al respecto para revertir el problema, la respuesta desde mi particular punto de vista, y como consecuencia, considerado sin valor, NADA, ABSOLUTAMENTE NADA, nuestro valle sirvió de esponja durante mucho tiempo para que las en las partes bajas se surtieran los manantiales, arroyos y ríos con los escurrimientos durante todo el año, ahora, salvo las pequeñas aéreas de los llamados humedales, todo se ha utilizado para vivienda, hasta en los márgenes de ríos y arroyos, esto sin con el gran descuido de las autoridades, los vecinos de los márgenes se han apropiado de estas aéreas sin que nadie diga nada, en un valle donde por todas partes se puede encontrar agua, aunque poca a la fecha, no se ha sabido conservar, no existe un cuerpo de agua limpio, imagínese, la belleza que debía de encontrarse si los ríos y arroyos que corren en los distintos puntos de la ciudad se hubieran cuidado, y no los hubiéramos convertido en ríos de aguas negras y pestilentes, aquí debemos peguntarnos, ¿Qué hace la Comisión Nacional del Agua?, NADA, que las aéreas de desfogue sean invadidas por los vecinos de estas, que estos vecinos arrojen toda clase de basura, desperdicios y aguas negras, que se reduzcan las márgenes, cuando debían de estar perfectamente acondicionadas para esparcimiento de la población, ¿ y nosotros, felices, viendo, y viviendo dentro de la suciedad, cosa que ya nos parece natural, usted, ¿Qué opina amigo lector?.