Más de doce horas de fiesta ininterrumpidas tuvieron…
Sólo cinco toros sacrificaron para celebrar la liberación…
Seguirá luchando por los derechos indígenas señaló
Amalia Avendaño
Sólo cinco toros sacrificaron para celebrar la liberación…
Seguirá luchando por los derechos indígenas señaló
Amalia Avendaño
Indígenas evangélicos de distintos municipios de Chiapas, bloquearon durante el viernes varias calles de sus colonias en la zona norte para celebrar de manera efusiva la libertad de su líder Manuel Collazo Gómez, con ceremonias religiosas de acción de gracias y una reunión masiva en la explanada de la colonia El Paraíso.
Los pobladores que se concentraron por más de 12 horas en torno a la casa del presidente de la Organización de Pueblos Evangélicos de los Altos de Chiapas (OPEACH) quien estuvo preso en varias cárceles del estado durante 8 años, expresaron con fiesta, júbilo y expresiones religiosas su alegría por tenerlo de vuelta.
Más de cinco toros fueron sacrificados, cocinados y consumidos por los indígenas que instalaron un templete frente al templo para los grupos musicales y las participaciones de decenas de oradores convocados por distintas Iglesias evangélicas que testimoniaron su apreció al tzotzil originario de San Juan Chamula y pionero en la lucha por la reivindicación de la libertad de culto en los Altos de Chiapas.
Manuel Collazo, quién luce acaso un poco más robusto que hace ocho años cuando fue detenido por el gobierno de Pablo Salazar Mendiguchía luego de los disturbios violentos en el mercado público “José Castillo Tielemans” durante un operativo contra discos piratas, se mostró satisfecho tanto por su libertad y por la fiesta de sus compañeros.
Aseguró que fue acusado de asociación delictuosa, atentados contra la paz, daños y lesiones, por el entonces procurador Mariano Herrán Salvatti, fue liberado el pasado 27 de septiembre, totalmente absuelto.
Dijo que continúa siendo el presidente de la OPEACH, y desde ahí continuará con la defensa por los derechos de los indígenas y de quienes profesan una fe distinta a la católica tradicionalista, aunque reconoció que hay avances importantes sobre todo en San Juan Chamula y varios municipios donde antes lo común era la persecución religiosa y las expulsiones, “hay paz, ya no hay pleitos ni agresiones como antes”.
Los pobladores que se concentraron por más de 12 horas en torno a la casa del presidente de la Organización de Pueblos Evangélicos de los Altos de Chiapas (OPEACH) quien estuvo preso en varias cárceles del estado durante 8 años, expresaron con fiesta, júbilo y expresiones religiosas su alegría por tenerlo de vuelta.
Más de cinco toros fueron sacrificados, cocinados y consumidos por los indígenas que instalaron un templete frente al templo para los grupos musicales y las participaciones de decenas de oradores convocados por distintas Iglesias evangélicas que testimoniaron su apreció al tzotzil originario de San Juan Chamula y pionero en la lucha por la reivindicación de la libertad de culto en los Altos de Chiapas.
Manuel Collazo, quién luce acaso un poco más robusto que hace ocho años cuando fue detenido por el gobierno de Pablo Salazar Mendiguchía luego de los disturbios violentos en el mercado público “José Castillo Tielemans” durante un operativo contra discos piratas, se mostró satisfecho tanto por su libertad y por la fiesta de sus compañeros.
Aseguró que fue acusado de asociación delictuosa, atentados contra la paz, daños y lesiones, por el entonces procurador Mariano Herrán Salvatti, fue liberado el pasado 27 de septiembre, totalmente absuelto.
Dijo que continúa siendo el presidente de la OPEACH, y desde ahí continuará con la defensa por los derechos de los indígenas y de quienes profesan una fe distinta a la católica tradicionalista, aunque reconoció que hay avances importantes sobre todo en San Juan Chamula y varios municipios donde antes lo común era la persecución religiosa y las expulsiones, “hay paz, ya no hay pleitos ni agresiones como antes”.
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