domingo, 15 de agosto de 2010

Daniel Román Montoya.

Dice Alexander Jones, responsable de las operaciones de emergencia en Haití por parte de la FAO, organismo para la alimentación de las Naciones Unidas: “La situación alimentaria en Haití ya era muy frágil antes del terremoto y el país sufría una fuerte dependencia de las importaciones de alimentos”. Una gran verdad, pero triste y peligrosamente también esta afirmación, podría aplicarse a México en caso de que se presentara una catástrofe de cualquier origen.
Haití compraba cada año su comida porque no es autosuficiente. México también sigue comprando 17 mil millones de dólares en agro alimentos cada año: granos, oleaginosas, lácteos, y cárnicos que por supuesto. Tenemos capacidad para producir y hasta para vender excedentes, ¿Qué pasa entonces? ¿Habrá perdido el rumbo el gobierno mexicano? ¿Por qué estamos obsesionados en plantaciones cuando lo que nos faltan son los alimentos básicos? ¿Por qué las Naciones Unidas nos ubican como un país de altísima pobreza alimentaría y dentro los más desnutridos del planeta? Estos y muchísimos cuestionamientos más crecen cada día al mismo nivel que la información oficializada que solo menciona triunfalismos y mientras en torno a nuestra producción agroalimentaria.
Hoy las tomas de televisión presentan las escenas de las hordas de gentes que se lanza con todo sobre la comida, sobre todo lo que muchos países envían. Son escenas impresionantes dramáticas, crueles y dolorosas para toda la humanidad.
Observa al mundo cómo le llegó el momento para los haitianos en que la vivienda, la precaria infraestructura de salud, educación y todos los servicios valen nada, lo que quieren es arroz, frijol, maíz, carne y leche, agua para beber y deambulan sobre las grandes fortunas invertidas en materiales que nadie puede comer.
Pregunta obligatoria: ¿qué tan cerca estaremos los mexicanos de vivir semejante tragedia, sobre todo ahora en estos tiempos, cuando ya no tenemos soberanía alimentaria, cuando también hemos perdido nuestra autosuficiencia y tampoco carecemos de reservas alimentarias estratégicas? El tiempo avanza y seguimos con empalagosos triunfalismos e insistiendo en geniales ocurrencias o perdiendo el tiempo en la siembra de plantaciones de frutales, palmas. Pueden ser acertadas decisiones al futuro pero aún no hemos resuelto la producción de nuestra comida diaria. México, innecesariamente une una dramática carrera contra el tiempo aunque nunca nos ocurra un desastre de grandes magnitudes.
Las afirmaciones documentadas de la Comisión Nacional de Evaluación de acuerdo con FAO ubican al país con serios problemas de desnutrición y primeras hambrunas por falta de comida, y a Chiapas como la entidad más fregada de todas.

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