domingo, 14 de marzo de 2010

UN PEQUEÑO PARÈNTESIS

El hombre al volar alto, es decir, al alcanzar el éxito, despega los pies de la tierra y se vuelve prepotente, despectivo y vanidoso. Pone en primer término, el dinero, y se vuelve ostentoso, avaro e inconsciente y ambicioso. El hombre en lugar de transformarse con el tiempo y con estudio en un mejor ser humano, se transforma sí… pero a la inversa, se convierte en enemigo del mismo hombre y la naturaleza. No cabe duda que los hombres al crecer le hacen al mundo mucho más mal que bien.

Así como se expresa en la letra de esta canción y que no es igual oírla con acompañamiento musical y en la voz de su creador Facundo Cabral, pero de todas formas su misión de reflexión no se pierde ni un tantito, solamente léala y acompáñela al compás de los latidos de su corazón y que en su mente se grabe éste reclamo reflexivo, en que Dios espera que el hombre vuelva a ser niño para comprender y recibirlo en su seno. Y dice así:

No crezcas mi niño, no crezcas jamás,

Los grandes al mundo le hacen mucho mal.

el hombre ambiciona, cada día más,

y pierde el camino, por querer volar.

Vuele bajo, porque abajo, está la verdad.

Esto es algo, que los hombres, no aprenden jamás.

Por correr el hombre, no puede pensar,

Que ni el mismo sabe para donde va.

Siga siendo niño, y en paz dormirá,

Sin guerras, ni máquinas de calcular.

Vuele bajo, porque abajo, está la verdad,

Esto es algo que los hombres, no aprenden jamás.

(Prosa)

Diógenes, cada vez que pasaba por el mercado se reía porque decía que le causaba mucha gracia y a la vez le hacía muy feliz ver cuántas cosas había en el mercado que él no necesitaba. Es decir, que rico no es el que más tiene, sino el que menos necesita.

Es decir mano ocupada, mano perdida. Es decir, el conquistador por cuidar su conquista, se transforma en esclavo de lo que conquistó.

San Francisco decía lo que tal vez sea la formula de la felicidad: “Deseo poco y lo poco que deseo, lo deseo poco”.

Dios quiera que el hombre, pudiera volver,

A ser niño un día para comprender,

que está equivocado, si piensa encontrar,

Con una chequera, la felicidad.

Vuele bajo, porque abajo, está, la verdad.

No crezcas mi niño,

No crezcas, jamás,

Los grandes al mundo,

Le hacen, mucho, mal.

Y termina diciendo, no importa que religión se profesa, se dice que: “Bien aventurados los pobres en espíritu, porque de ellos será el reino de los cielos, que si me permiten doy fe y de esto incluyo a la tierra, aunque los hombres! NO APRENDEN JAMÀS ¡

Hasta la próxima y recuerden: “LOS SABIOS TIENEN LA MENTE EN EL CIELO Y LOS PIES EN LA TIERRA”.

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