Filiberto Bedolla
De listos y fuertes está lleno el mundo. Hombre listo, es aquel que tiene buena capacidad de aprendizaje. Hombre que se cree listo, es aquel que cree tener muchos conocimientos. Hombre fuerte, es aquel que posee mucha fuerza. Sin embargo, existe el hombre que se cree más fuerte y superior que sus semejantes; éste, resulta ser poco listo.
Existe una fábula que se asemeja mucho a esta reflexión y que puede servir para aclarar ideas. Dice así: “Había un perrito chiquito, pero muy avispado. Este se había perdido en la selva y vio venir a una pantera grande y fuerte. En lugar de correr, se puso a morder uno de los huesos de un gran esqueleto que se encontraba a su lado. Al llegar la pantera frente a él, el perrito dijo en voz alta: ¡Me costó trabajo pero conseguí alimento! La pantera se asustó al ver que ese pequeño, pero extraño animalito, había matado y devorado a tan grande animal. Así pues, huyó asustada, ante lo que pudiera pasar.
Un mono chismoso que había visto todo salió corriendo detrás de la pantera y le dijo; no seas tonta, si te ha engañado, el animal estaba ya muerto y en los huesos. La pantera enfurecida se dio vuelta y corrió a buscar al perrito para dar buena cuenta de él.
El pequeño perrito, pero avispado, al ver que regresaba la pantera con el mono chismoso, en vez de huir, dijo en voz alta: ¡dónde andará ese pinche mono cabrón que le mandé hace una hora traerme una pantera¡ La pantera dio una fuerte frenada a su carrera y dando media vuelta, huyó despavorida, no sin antes darle un zarpazo en el cuello del chismoso mono”.
Esta fábula amigos, tiene una constructiva moraleja, sobre la cual deberíamos reflexionar profundamente. Ser listo como el perrito. No ser entupido y prepotente como la fuerte y poderosa pantera; pero ante todo, no ser chismoso y cabrón como el pinche mono.
El hombre fuerte y poderoso, como la pantera, desde su prepotencia, basada en la fuerza del poder, peca de ignorante y entupido. Menosprecia al que cree débil e indefenso y ahí salta la sorpresa, la cual le tumba y le hace caer desde su particular nube a la tierra de los mortales, donde sucumbe como cualquier otro. El hombre listo, o que se cree más listo que el resto de los mortales, así como el mono chismoso, desde su ignorancia, termina siendo víctima de sus malas acciones precipitadas; pero este es el camino de las malas personas, es decir, gente parecida al pinche mono.
El listo de verdad, el que tiene verdaderos conocimientos, así como el pequeño perrito, actúa desde la reflexión y, a través de ella, aprende a caminar por la vida y a sortear los peligros que conlleva. Y como no, principalmente a sortear con arte y temple a las malas personas, como el mono de la fábula.
Amigo: vence tu ego, vence tu ira, comparte tus conocimientos, ayuda al débil, no te aproveches de él, se honesto y justo; así conseguirás ser un hombre digno y fuerte. En otras palabras, íntegro.
Hasta la próxima y recuerden: “DONDE HAY FUERZA DE HECHO, SE PIERDE CUALQUIER DERECHO” (MIGUEL DE CERVANTES)
Existe una fábula que se asemeja mucho a esta reflexión y que puede servir para aclarar ideas. Dice así: “Había un perrito chiquito, pero muy avispado. Este se había perdido en la selva y vio venir a una pantera grande y fuerte. En lugar de correr, se puso a morder uno de los huesos de un gran esqueleto que se encontraba a su lado. Al llegar la pantera frente a él, el perrito dijo en voz alta: ¡Me costó trabajo pero conseguí alimento! La pantera se asustó al ver que ese pequeño, pero extraño animalito, había matado y devorado a tan grande animal. Así pues, huyó asustada, ante lo que pudiera pasar.
Un mono chismoso que había visto todo salió corriendo detrás de la pantera y le dijo; no seas tonta, si te ha engañado, el animal estaba ya muerto y en los huesos. La pantera enfurecida se dio vuelta y corrió a buscar al perrito para dar buena cuenta de él.
El pequeño perrito, pero avispado, al ver que regresaba la pantera con el mono chismoso, en vez de huir, dijo en voz alta: ¡dónde andará ese pinche mono cabrón que le mandé hace una hora traerme una pantera¡ La pantera dio una fuerte frenada a su carrera y dando media vuelta, huyó despavorida, no sin antes darle un zarpazo en el cuello del chismoso mono”.
Esta fábula amigos, tiene una constructiva moraleja, sobre la cual deberíamos reflexionar profundamente. Ser listo como el perrito. No ser entupido y prepotente como la fuerte y poderosa pantera; pero ante todo, no ser chismoso y cabrón como el pinche mono.
El hombre fuerte y poderoso, como la pantera, desde su prepotencia, basada en la fuerza del poder, peca de ignorante y entupido. Menosprecia al que cree débil e indefenso y ahí salta la sorpresa, la cual le tumba y le hace caer desde su particular nube a la tierra de los mortales, donde sucumbe como cualquier otro. El hombre listo, o que se cree más listo que el resto de los mortales, así como el mono chismoso, desde su ignorancia, termina siendo víctima de sus malas acciones precipitadas; pero este es el camino de las malas personas, es decir, gente parecida al pinche mono.
El listo de verdad, el que tiene verdaderos conocimientos, así como el pequeño perrito, actúa desde la reflexión y, a través de ella, aprende a caminar por la vida y a sortear los peligros que conlleva. Y como no, principalmente a sortear con arte y temple a las malas personas, como el mono de la fábula.
Amigo: vence tu ego, vence tu ira, comparte tus conocimientos, ayuda al débil, no te aproveches de él, se honesto y justo; así conseguirás ser un hombre digno y fuerte. En otras palabras, íntegro.
Hasta la próxima y recuerden: “DONDE HAY FUERZA DE HECHO, SE PIERDE CUALQUIER DERECHO” (MIGUEL DE CERVANTES)
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