domingo, 6 de febrero de 2011

UN PEQUEÑO PARÉNTESIS

Filiberto Bedolla

Las diferentes estaciones del año, como primavera, Otoño e invierno. O las diferentes etapas del día como mañana, tarde y noche las podemos comparar en las diferentes etapas de la vida.
Cuando niños, como un amanecer esplendoroso, donde no hay conciencia de nada, donde los malos ratos, las caídas, los regaños, se mitigan con un dulce, un abrazo, una sonrisa y aquí no ha pasado nada. Más tarde cuando jóvenes, sin temor y sin conciencia tiempo, al que dirán, derrochamos alegría, salud, energía e innumerables irresponsabilidades propias de la edad, Etc. etc. Criticamos a nuestros viejos por no ser comprendidos por ellos. Nos arreglamos a veces muy poco, y a veces muy bien, exageramos en los perfumes y colonias para dar buena impresión al sexo opuesto, Irreverente, rebelde, descuidados, irresponsables, inconscientes, aventureros, exploradores. ¡Ahhh¡ la inolvidable etapa de la juventud amigos.
Pero como no todo es eterno y la ley del tiempo y las estaciones de la vida cambian, todo es diferente, muy… pero muy diferente.
Como el atardecer de un día, o el otoño del calendario que te anuncia el próximo invierno. Así podemos comparar cuando afortunadamente se llega a los cincuenta o sesenta años de edad. Es como el ocaso de un atardecer, o el preludio del fin de año. Así es la mediana edad, por no decir casi la última etapa de vida. Porque ahí dicen, que uno sabe cuando estás llegando a la mediana edad, y es cuando todo te duele, o lo que no te duele, no funciona. Es cuando tu edad comienza a aparecer en la cintura, en las articulaciones y en tus músculos. En la mediana edad, es cuando te dan ganas de hacer ejercicio pero no lo haces, solo sientes ganas. Y es cuando el médico te recomienda hacer ejercicio al aire libre, y simplemente sales a la calle a caminar un poco. Cuando lo que te untas ya no tiene el aroma de el Vétiver, el Jivenchi o el channel No 5, y ahora hueles a toda hora el aroma del Iodex, Lonol, Bàlsamo nórdin o cualquier otro ungüento mágico que te alivien los dolores, estás en la mediana edad, o a media máquina. Dicen que Mediana edad es, cuando comienzas apagar las luces de tu casa alegando economía y no para propiciar el acercamiento romántico con tu pareja. Mediana edad, es cuando todavía tienes ganas de algo, pero no te acuerdas bien de qué. En la mediana edad, las cenas a la luz de las velas ya no son románticas, porque ya no “mirindas” bien el menú. Mediana edad, es cuando en lugar de peinarte, empiezas a querer tapar la pelona con los pocos pelos que te quedan o empiezas a usar gorra o sombreritos.
Sí amigos: te das cuenta que estás en la mediana edad, cuando todo aquello que la madre naturaleza te dio, el padre tiempo empieza a llevárselo. Mediana edad es, cuando dejamos de criticar a la generación más vieja y pasamos a criticar a la generación más Joven, porque ya ingresamos al bando de salida es cuando ya sabemos todas las respuestas y nadie nos pregunta nada. En la mediana edad es cuando se comienzan a olvidar ciertas cosas y los nombres, después los rostros y finalmente de subirse la bragueta... mediana edad es cuando ya no tenemos edad para malos ejemplos y pasamos a dar consejos. Amigos: si se identifican con cualquiera de estos puntos aquí descritos… están en la mediana edad, pero no te sientas triste ni culpable, solo acata con sabiduría el paso de los años y disfruta del otoño de tu vida, porque no te olvides que en la existencia disfrutaste de los tres períodos: la inocencia de la infancia, la incomparable juventud y la de “Estás a toda madre”.
Si estas en la mediana edad, ¡acéptalo¡ ¡disfrútalo¡ Y ¡Ánimo¡ que lo peor… todavía ésta por llegar. Un saludo a todos los de la mediana edad, ¡ESTÀN A TODA MAD… perdón. FANTÀSTICOS ¡
Hasta la próxima y recuerden: “HAY REMEDIO PARA MUCHOS MALES, PERO NO HAY REMEDIO PARA NO EMVEJECER O MORIR”

No hay comentarios:

Publicar un comentario