Hipólito Eduardo Porras Navarro.
Con la finalidad de evitar mas actos de corrupción en materia de discrecionalidad las autoridades fiscales han decidido para el presente ejercicio eliminar el poder que tenían las autoridades recaudatorias, específicamente el Servicio de Administración Tributaria, para que a criterio de los mismos poder declarar a algunos créditos de contribuyentes como incosteables para su cobro. Dicha facultad fue desde luego mal utilizada por muchos funcionarios debido a que dejaron de cobrar créditos de personas que debían grandes cantidades y que en la realidad no reunían los requisitos para declarar el cobro de sus deudas como incosteables, encontrándose por tal motivo en tela de juicio el actuar de muchos funcionarios.
En relación a lo anterior cabe mencionar que desde hace ya muchos años se habían venido cancelando algunas multas que debido a su difícil cobro hacia los contribuyentes las autoridades podían a criterio de las mismas declararlas como incobrables, sin que ello quisiera decir que la multa se cancelara, pues en el momento en que la mencionada autoridad se diera cuenta que el contribuyentes ya se encontrara en posibilidades de pagar, la autoridad tendría el derecho de volver a cobrar el adeudo pendiente, desde luego tomando en cuenta que el crédito también tiene un plazo de prescripción.
Sin embargo de acuerdo a algunas acusaciones que emitieron grandes personajes e importantes organizaciones en contra del Servicio de Administración Tributaria, sobre la posibilidad de que dicho poder discrecional se estuviera mal utilizando, también se comenzaron a solicitar informes sobre el mismo tema sobre la trasparencia de estos movimientos, situación que los funcionarios del SAT no pudieron solventar, pensando los que somos mal pensados, que dicha disposición únicamente había servido para incrementar la corrupción de muchos funcionarios, y que se cancelaron créditos con montos fuertes a cambio de importantes sumas de dinero.
Es por ello que se aplaude la nueva disposición que se publica en las reformas fiscales, en relación a la cancelación a la facultad discrecional de cancelar créditos, evitando así que siga un mínima parte de la gran corrupción de funcionarios de todos los niveles de gobierno que se tiene en nuestro país, situación que ha deteriorado enormemente la economía de nuestro país.
En relación a lo anterior cabe mencionar que desde hace ya muchos años se habían venido cancelando algunas multas que debido a su difícil cobro hacia los contribuyentes las autoridades podían a criterio de las mismas declararlas como incobrables, sin que ello quisiera decir que la multa se cancelara, pues en el momento en que la mencionada autoridad se diera cuenta que el contribuyentes ya se encontrara en posibilidades de pagar, la autoridad tendría el derecho de volver a cobrar el adeudo pendiente, desde luego tomando en cuenta que el crédito también tiene un plazo de prescripción.
Sin embargo de acuerdo a algunas acusaciones que emitieron grandes personajes e importantes organizaciones en contra del Servicio de Administración Tributaria, sobre la posibilidad de que dicho poder discrecional se estuviera mal utilizando, también se comenzaron a solicitar informes sobre el mismo tema sobre la trasparencia de estos movimientos, situación que los funcionarios del SAT no pudieron solventar, pensando los que somos mal pensados, que dicha disposición únicamente había servido para incrementar la corrupción de muchos funcionarios, y que se cancelaron créditos con montos fuertes a cambio de importantes sumas de dinero.
Es por ello que se aplaude la nueva disposición que se publica en las reformas fiscales, en relación a la cancelación a la facultad discrecional de cancelar créditos, evitando así que siga un mínima parte de la gran corrupción de funcionarios de todos los niveles de gobierno que se tiene en nuestro país, situación que ha deteriorado enormemente la economía de nuestro país.
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