domingo, 27 de junio de 2010

UN PEQUEÑO PARÉNTESIS

John Lénon dijo una vez: “ES FÁCIL VIVIR CON LOS OJOS CERRADOS, INTERPRETANDO MAL TODO LO QUE SE VE”. Ciertamente, muchas veces agobiados por la rutina y la oscuridad de los problemas, cerramos nuestros ojos, mas aún nuestra mente, viendo las cosas de otra manera, porque entre neblina y oscuridad, no vemos bien y malinterpretamos todo y nos olvidamos de quienes somos y que podemos hacer. Cuando eso suceda, es momento de detener nuestro camino para recapacitar y retomar nuestra posición en la vida. Porque en esta vida todos tenemos una misión que cumplir y un espacio que llenar. Existamos pues, no solo estemos vivos.

Si amigos, tengan en cuenta que la vida no es fácil, no es perfecta, estará siempre llena de situaciones difíciles, de desafíos, de oportunidades, de grandes lógros y fracasos. Siempre será así, y es por eso que la naturaleza o el todo poderoso te ha dotado de un cuerpo, una mente, un corazón y un espíritu como herramientas necesarias para luchar, Si… para luchar en contra de esos miedos que te frenan y te impiden realizarte como persona. Esos miedos a que me refiero son: El miedo al fracaso, al que dirán, al rechazo, a la crítica, a cometer errores, o a quedarse solo.

Cuando esos miedos, el cansancio y las tinieblas quieran invadir tu mente de pensamientos negativos y destructivos, abre tus ojos y enciende la lámpara de tu entendimiento para que la claridad de la razón disipe la nebulosa de tus dudas y la cerrazón de tu mente. No seas negativo y aprecia lo que tienes. Cuando llegues cansado y te quejes de tu trabajo, piensa en los millones de desempleados y quisieran tener el tuyo. Antes de decir algo destructivo, piensa en los que no pueden hablar. Antes de quejarte del sabor de tu comida, piensa en los que no tienen nada que llevarse a la boca. Antes de quejarte de tus hijos, piensa en quienes no los los pueden tener. Antes de quejarte de no tener zapatos nuevos, piensa en los que no tienen piernas. Antes de quejarte del ruido de los niños, piensa en los que no pueden oir. Antes de quejarte de tu pareja, piensa en los corazones solitarios que añoran a un compañero, y antes de señalar con el dedo a alguien y juzgar a los demás, recuerda que todos cometemos errores, y los seguirermos haciendo.

Si amigos, ante la incertidumbre y el agobiante vivir, no cierren los ojos… ábranlos grandemente para que la luz de la sabidurìa ilumine su opacada alma, y rompe tus grilletes que te hacen esclavo de la mediocridad y el pesimismo. Agradece al todopoderoso de tu existencia y de tu capacidad de oir, de hablar, de caminar, de razonar, y pon tus manos en tu pecho y siente tu corazón latir con fuerza y escucha en cada latido que te dice: “Estás vivo, estás vivo, estás vivo”. Y…el estar vivo amigos, es un don, una bendición, una oportunidad de existir y retomar con nuevos bríos esta aventura que se llama vida y que se realiza una sola vez.

Hasta la próxima y recuerden: “LO QUE IMPORTA NO ES LO QUE TIENES EN LA VIDA, SINO A QUIEN TIENES EN LA VIDA”

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