miércoles, 31 de marzo de 2010

TAN LOZANA Y ALTIVA LLEGA A SUS 482 AÑOS LA CIUDAD DE SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS.




Elio Henríquez

En lucha constante por combinar la modernidad con su pasado, su riqueza arquitectónica, su cultura y sus tradiciones; “más viva que nunca” y cada vez más cosmopolita, San Cristóbal de Las Casas cumple este miércoles 31 de marzo, 482 años de haber sido fundada.

Con una creciente tendencia a peatonizar el centro histórico, la antigua Ciudad Real, está a la espera de ser declarada patrimonio de la humanidad por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), conjuntamente con los recursos culturales y naturales de la región, pero el trámite no es fácil.

Como cada año cuando se celebra un aniversario más de su fundación, muchas voces se alzan para insistir en la necesidad de que los habitantes de hagan conciencia y eviten su destrucción, ya que se ha perdido una buena parte de la arquitectura por distintas razones.

“Si hacemos un comparativo de lo que existía hace 50 o 100 años hemos visto un retroceso, ha habido una destrucción hormiga, una pérdida de la imagen” urbana”, afirmó el titular del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Emiliano Gallaga, quien agregó: ello “es una llamada de atención” para todos.

Sostuvo que “no es un trabajo exclusivo del INAH preservar el entorno cultural, sino de toda la comunidad y los tres niveles de gobierno, pues no podemos cuidar todos y cada uno de los monumentos, ya que sólo tenemos cuatro arquitectos para toda la comunidad y no nos damos abasto”.

El 28 de marzo de 1974, el gobierno federal decretó zona de monumentos históricos un área de 2.88 kilómetros cuadrados que abarca 246 manzanas y un total de 520 edificios, construidos del siglo XVI a principios del XX. Si no existiera tal decreto, la antigua capital de Chiapas probablemente enfrentaría una pérdida mayor.

Gallaga comentó que vivir en una ciudad colonial como la coleta, “tiene sus privilegios, pues es vivir en un entorno con vida, con historia y tradiciones, pero también genera responsabilidades como la no destrucción del patrimonio y la conservación de los monumentos”, de los cuales tiene 913, según el INAH.

Esta ciudad, una de las más antiguas no sólo de México sino del continente, fue fundada el 31 de marzo de 1528 por el capitán Diego de Mazariegos, cuya estatua que estaba ubicada frente al templo de Santo Domingo, fue derribada el doce de octubre de 1992, cuando miles de indígenas marcharon para conmemorar el 500 aniversario de resistencia india y popular.

Durante sus 482 años ha tenido distintos nombres: Ciudad Real, San Cristóbal de los Llanos, Villa Viciosa hasta el actual, San Cristóbal de Las Casas, en honor a su patrono y a Fray Bartolomé de Las Casas, primer obispo que residió aquí, pero el tercero en ser designado.

Una de sus características es que está conformada por barrios, cada uno con su respectivo patrono y fiestas, y también sus oficios: Mexicanos (tintoreros, curtidores y tejedores), Tlaxcala (tejeros), Cuxtitali (matanceros de cerdos), El Cerrillo (herreros), San Diego (comaleras), Guadalupe (talabarteros), San Antonio (pirotécnicos), La Merced (plateros), San Ramón (panaderos), Santa Lucía (carpinteros), etcétera.

Ubicada a unos dos mil 200 metros sobre el nivel del mar, la ciudad cuenta, según el dirigente de los hoteleros, Francisco Martínez Pedrero, con dos mil 330 habitaciones de hotel para atender a miles de turistas que la visitan cada año y disfrutan de su variada y rica gastronomía, que incluye deliciosas carnes frías y variedad de pan.

Para el responsable del Centro Cultural de los Altos de Chiapas, con sede en el ex convento de Santo Domingo, Luis García Galiano de Rivas, la antigua capital de Chiapas es una ciudad “viva, con una sociedad que va madurando, consciente en muchas ya de sus demandas, y con ganas de participar”.

Sin embargo, dijo, “a la ciudad le está faltando entender que tiene límites, que es una ciudad que no tiene hacia donde crecer por su condición geográfica y topográfica, y conforme nos sigamos subiendo a los cerros perderemos una de sus virtudes”.

El cronista adjunto, Manuel Burguete Estrada, expresó que cercana al medio milenio ve una ciudad “nueva, que resucita cada día, que mira al futuro y no vive de recuerdos, tiene el orgullo vival de una tradición gloriosa; es una ciudad mundialmente famosa, cosmopolita, donde se escuchan todos los idiomas, todas las canciones, las palabras, pero ve al futuro que es lo que me consuela y eso es lo que tenemos que vivir”.

Señaló que en lo físico “la veo con un gran deterioro ambiental, terrible. Los ríos están podridos, hay una peste espantosa, la carencia de agua es notable; la deforestación es intensa, la arquitectura cada día se está acabando y de eso es responsable el INAH; lo poco que tiene se modifica a capricho, afuera hay estilos aviesos de arquitectura que afean el paisaje, cada vez se ve más lejana la posibilidad de que sea patrimonio de la humanidad. Su clima es lo que más me gusta, es un paraíso”.

Las más recientes modificaciones hechas en el centro histórico han resultado un éxito: los andadores peatonales Eclesiástico y Guadalupano, por donde miles de personas caminan diariamente.

“Por sus dimensiones y por el tamaño de sus vialidades, San Cristóbal se presta más, previo estudios urbanos y trabajos respectivos, para volverla peatonal, pero hay que hacer antes estacionamientos, zonas de llegada para autobuses de turistas y descargar pasaje; es una ciudad muy grata y de una dimensión que en media hora se recorre de punta a punta. Un programa de peatonización bien desarrollado sería un buen regalo, si no en sus 482 sí en sus 485 años”, comentó García Galiano de Rivas, quien remarcó la necesidad de rescatar sus ríos.

Para el cronista titular, Jorge Paniagua Herrera, el proceso de aculturación en esta ciudad, “dio paso a una dinámica de identidades provenientes de muchas partes del mundo, no sólo de las culturas que están alrededor de San Cristóbal, que resulta una cuidad afortunada porque aquí tenemos instituciones de investigación académicas y de disciplinas humanas”.

--- ¿Sigue siendo la capital cultural de Chiapas?

---Sigue siendo la capital cultural de Chiapas precisamente por estas instituciones. Ocupa un lugar fundamental en esta visión porque resulta ser el epicentro que irradia un sin número de quehaceres en las disciplinas humanas. Ya podemos hablar de una filosofía de la cultura, y de las ciencias de la ciudad.

Indicó que en una proporción considerable la ciudad se conserva, pero “en un gran porcentaje hemos dado paso al aspecto utilitario, con la compra venta de propiedades que constituían un desarrollo urbano a la manera castellana como la trazaron los conquistadores de esta ciudad”, por lo que sugirió que todos, principalmente los dueños de monumentos, “hagamos plena conciencia para que se conserve todavía lo que se tiene en cuanto a patrimonio artístico y monumental no sólo en arquitectura de tipo religioso sino civil para conservar por ejemplo el estilo mudéjar, el barroco y el neoclásico, que son tres órdenes del arte heredados de los griegos”.

San Cristóbal ha sido desde siempre el centro rector económico y político de la zona de los Altos. Miles de indígenas de diferentes grupos étnicos la visitan diariamente para comprar o vender sus productos. Su principal atractivo son sus monumentos históricos, entre los cuales destacan: La catedral, Santo Domingo y su ex convento, El Carmen, San Nicolás (ahora convertido en museo), San Francisco, etcétera. Su principal festividad: la Feria de la primavera y de la Paz, que invariablemente inicia el domingo de resurrección.

El alcalde Mariano Díaz Ochoa, expresó que San Cristóbal es “una ciudad muy sólida y por eso nos sentimos orgulloso de ella, ya que gracias a esos 482 años de historia, todo el mundo quiere conocerla. Gracias a los antepasados que lucharon por esta ciudad, tenemos esta belleza y vale la pena seguir protegiéndola y conservándola para que las nuevas generaciones se sientan orgullosas”.

--- ¿Qué le falta?

---Mayor conservación, mayor vigilancia para que se conserve, hay personas que no tienen la conciencia de cuidar los monumentos porque piensan que la modernidad es el camino y destruyen a diestra y siniestra, muchas veces a escondidas de la autoridad. Necesitamos castigos ejemplares para seguir conservando el patrimonio que es de todos.

Lamentó que muchos pobladores “se burlen de la autoridad trabajando de noche para modificar edificios”, por lo que “vamos poner un castigo ejemplar. Nos estamos poniendo de acuerdo con el INAH para poner castigos ejemplares”.

Gallaga manifestó que la pérdida del patrimonio arquitectónico se ha dado por la falta de aplicación de la ley, por desconocimiento y por “agandalle porque hay gente que sabe que no debe construir y lo hace en las noches o en fines de semana, sobre todo en los interiores de las casas”.

Díaz Ochoa añadió que además de la arquitectura las comunidades de los 18 municipios que la rodean son un patrimonio. “Aquí conservamos la cultura y las costumbres, todavía conservamos ese sabor de las comunidades, la vestimenta que es tan colorida”.

Todos los entrevistados coincidieron en que es necesario frenar la destrucción, y aunque ésta se ha incrementado en las últimas dos décadas, ya desde 1981, en su libro “San Cristóbal de Las Casas en el relato de sus historiadores”, Francisco Santiago Cruz, advertía: “…Vinieron las modificaciones arquitectónicas, llamémoslas así, en beneficio de un comercio que no se detiene ni ante la belleza ni ante la historia. Vinieron las demoliciones, el dejar que las casas se derrumben para aprovechar el solar en que se asientan. Balcones en ángulo, zaguanes, ventanas, portadas neoclásicas fueron sacrificados en pos de una utilidad monetaria que no busca más que las columnas del debe y del haber. Quizá no esté lejano el día en que se escriba ‘San Cristóbal de las Casas en la historia de sus monumentos perdidos’”.

Por su arquitectura, su entorno cultural, sus recursos naturales, etcétera, esta ciudad se ha convertido en una de las más visitadas de México, y en lo que coincide Martínez Pedrero, es que la irrupción del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en 1994 fue a la postre uno de los principales promotores del turismo.

No obstante todos sus atributos, no se ha logrado que la UNESCO la declare patrimonio de la humanidad, lo que le daría un plus. María Luisa Armendáriz, quien encabeza el patronato encargado de hacer las gestiones para este fin, manifestó que “sólo esperamos los recursos para hacer el plan de manejo y el dossier, lo cual no será algo rápido ni expedito; el tema de la declaratoria no nos interesa en el sentido de que alguien venga a reconocer lo que nosotros ya sabemos que tenemos que es un gran patrimonio todavía, sino fundamentalmente de proteger lo que tenemos y poderlo rescatar”.

No ocultó la diferencias que tiene con el arquitecto Francisco López Morales, director de la oficina de Patrimonio Mundial en México. “Ha habido diferencias con Francisco desde 1991 cuando él decidió eliminar a San Cristóbal de la lista indicativa”, dijo

--- ¿Esto complica más la posibilidad d que se haga la declaratoria?

---Sí, porque mientras vivamos en un país donde las decisiones las toman las personas y no las instituciones se va a complicar, pero esperamos que eso cambie.

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