
Si llueve mucho es que se protege animalitos…
Hay zonas de mucho respeto, no se barre, ni se hace nada…
En otras sacan los judas y santos a pedir dinero….
Elio Henríquez
A propósito de la Semana Santa que comenzará hoy con el Domingo de Ramos en el mundo católico, el investigador Enrique Pérez López, director del Centro Estatal de Lenguas, Arte y Literatura Indígenas (CELALI), afirmó que en las zonas indígenas de los Altos de Chiapas la celebración tiene una fuerte mezcla de las creencias católicas y tradicionales.
Agregó que una de las creencias que giran en torno a la Semana Santa es que “cuando llueve unos días antes se dice que los dioses, los dueños de la tierra, están protegiendo a los animalitos del agua. Les tienen que llenar los dioses para que la gente no pueda pescar porque en la mayoría de las comunidades los días santos son de paseos: buscar panales, sacar miel, cazar, pescar”.
Abundó: “Si llueve mucho antes de la Semana Santa es porque el dueño del agua, de los animales, los está protegiendo para que la gente no los pueda pescar”.
En entrevista, manifestó que mezcla de las creencias católicas y tradicionales se observan, por ejemplo, con la costumbre relacionada con los “Judas”, que es “una forma de ridiculizar con muñecos de trapo a personajes o ciertas cosas que suceden en la comunidad o fuera de ella”.
Comentó que en el caso del municipio de Chenalhó –de donde es originario—, grupos de pobladores hacen el “judas” el miércoles santo y pasan de casa en casa pidiendo cooperación económica o limosna. “Dicen: ‘queremos ver si pueden ayudar al gobernador porque tiene mucha lombriz; estamos juntando dinero para comprarle la medicina, o para darle de comer porque tiene hambre”.
Señaló que quienes llevan al “judas”, “van inventando una serie de bromas de casa en casa, con tal de que la gente les dé dinero. Hasta que llega el sábado de Gloria, y el domingo lo queman”.
Pero aclaró que en varias zonas, los de la Semana Santa “son días de guardar también”, pues “existen creencias de no barrer, no bañarse, inclusive no escupir, no rayar la tierra --a veces los niños agarran una vara y se ponen a rayotear--; los mayores les dicen: ‘no rayes la tierra porque le duele’.
En ese sentido, afirmó que en durante los días en que se conmemora la muerte de Jesucristo, “emerge una serie de valores de respeto y hasta de duelo”.
En San Juan Chamula, abundó, es impresionante, pues “cada viernes Santo hay una procesión de imágenes de Jesús y de varios santos hasta llegar el sábado de Gloria se hace la reconstrucción del calvario y hasta hacen la crucifixión”.
Pérez López comentó que a la par ha habido transformaciones al interior de los pueblos indígenas durante la Semana Santa. “Por ejemplo, que a partir del miércoles en varios pueblos sacarán a los ‘judas’ hacia los cruceros para que las autoridades de los municipios pidan cooperación económica”.
“Seguramente a partir del miércoles estarán ahí y pedirán 20 pesos por vehículo, y quien no los dé no podrá pasar. Ya se volvió un negocio. Es una forma de hacer acopio de recursos. De esta forma, la Semana Santa también se vuelve una forma de hacer negocio, de obtener dinero, aceptado por las autoridades municipales”, subrayó.
También comentó que a diferencia de algunas zonas urbanas, en las comunidades indígenas no se siente un ambiente de tristeza durante estos días, “salvo para quienes están en prácticas en la iglesia católica, como catequistas y diáconos, lo que van a los templos, a las ermita que entran en un sentimiento de pena y de dolor”.
En cambio, “los tradicionalistas van al monte a pasear, a cazar, a ver qué animal encuentran ese día para comer. Es una práctica que sucede sólo en Semana Santa. No hay una alimentación especial. Uno de los alimentos más buscados para esas fechas es la miel. Por eso van al monte o a buscar las larvas de los panales. Carne, por ejemplo, de por sí es muy escasa”.
El investigador dijo que no hay un ambiente especial con el misticismo y que por ello “no importa tanto si el carnaval se hace después del miércoles de ceniza. Sólo los diáconos, los catequistas son los que se van acercando más a las prácticas de la iglesia católica”.
Regresando al tema de los “judas”, aseveró que “se ha vulgarizado. Antes era más reservado, pues se trataba de hacer lo más representativo con un muñeco de trapo. Ahora no, en San Juan Chamula, por ejemplo, se ve al ‘judas’ con el pene de fuera. Ya hay una vulgarización, pero eso es muestra también que hay una crisis social y de valores. Si el ‘judas’ nos está representando, el sentido del recato o la vergüenza empieza a desaparecer: significa que hay que agarrar al ‘judas’ de ejemplo de que se puede hacer cualquier cosa y eso pasa casi en todos los pueblos”.
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