domingo, 19 de diciembre de 2010

UN PEQUEÑO PARÉNTESIS

Filiberto Bedolla

Apreciables amigos, una vez más estamos finalizando otro año y lo tomamos a cuenta como un año más, y un año menos a lo que a la existencia se refiere. Y como año tras año vuelven a renovarse los buenos sentimientos, los buenos propósitos y las grandes esperanzas, planes y anhelos para alcanzar o mejorar algo en nuestra vida, en nuestro trabajo, estudios, etc. Pero, año con año que se termina la mayoría de las personas notamos que a través de que corren los días y los meses del nuevo año, poco de estas aspiraciones y proyectos se realizan, o en su defecto, nada de lo que nos hemos propuesto llevamos a cabo. Y esto es más que nada, porque es parte de un proceso rutinario impregnado por el ambiente navideño y de renovación que nos hemos creado cada año, ya que conforme el tiempo pasa, nos ponemos más y más barreras para hacer menos o hacer nada…solo propósitos y propósitos.
En las artes marciales dentro de sus principios es un arte y una forma de vida, no un simple deporte. Y nos enseña a luchar bajo las situaciones más difíciles y con la minoría de implementos que te puedan facilitar el éxito; por tanto, un buen practicante de artes marciales es aquel que no se rinde ni se doblega ante cualquier tipo de adversidad ni bajo cualquier circunstancia que se le atraviese para alcanzar sus metas. Es aquel que de sus propósitos los hace realidad, bajo la constante lucha ante todo tipo de obstáculos. Es aquel que de sus caídas hace un nuevo elemento de valor para rehacer la lucha. En sí… es aquel que de sus ideales hace la mejor arma para emprender nuevos horizontes que lo llevan con su ejemplo a ser la admiración y la persona de respeto de todos aquellos que lo rodean. Ahora bien. Joven amigo, tú que eres el orgullo y esperanza de tu familia, del país, emprende con esmerada lucha cada uno de tus ideales sin esperar que sea año nuevo y no dejes que en el camino se interpongan tus propias barreras que te dejen frustrado a mitad del año y rompan con el respeto que tú mismo te mereces y aprovecha el gran apoyo que has tenido de tus padres, familiares y maestros. Recuerda que tu eres un ser único y tú mismo eres la causa de tus propias acciones, pero, a su vez recuerda que también formas parte de un gran cuerpo que se conforma de pequeñas células de las que te tienen encomendada una gran función y una esperanza, y esta labor nadie puede hacerla mejor que tú. Este cuerpo al que me refiero es tu familia y la sociedad y tú eres la célula que forma parte de tu familia y la sociedad.
La práctica seria de las artes marciales como complemento en la formación de una persona, es un compromiso latente de disciplina, esfuerzo y perseverancia para cimentar las bases en su desarrollo futuro y alcanzar sus metas. Y a la vez tienen su propia filosofía e ideales semejantes a los que Jesús, el maestro de galilea predicó hace veinte siglos como son: El respeto, la tolerancia, la concordia, la buena voluntad y la paz. Y aunados con la alegría de esta navidad, reciban mi más sinceras felicitaciones por lo hayan logrado este año y mis mejores deseos de que cumplan fielmente con sus propósitos. Y en su hogar exista amor, salud, trabajo y unión familiar hoy y siempre.

¡FELIZ NAVIDAD Y UN NUEVO AÑO LLENO DE SATRISFACCIONES!

Hasta la próxima y recuerden: La palabra universal de Navidad es: “AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS”

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