domingo, 17 de octubre de 2010

UN PEQUEÑO PARÉNTESIS

Filiberto Bedolla

En cierto lugar una mujer regaba despreocupadamente el verde jardín de su casa, en eso vio a tres ancianos cargando con sus años y experiencia frente a su jardín. Ella no los conocía, así que dijo: No creo conocerlos venerables ancianos, pero se ven cansados. Deben tener hambre y sed. Por favor entren a mi casa para que coman y beban algo. Ellos preguntaron: ¿Está el hombre de la casa? No respondió ella, no está. Entonces no podemos entrar, dijeron ellos. Más tarde, cuando el marido llegó, ella le contó lo sucedido.
¡Entonces diles que ya llegué e invítalos a pasar¡ La mujer salió corriendo a invitar a los tres ancianos a pasar a su casa. No podemos entrar a una casa los tres juntos, explicaron los viejitos. ¿Por qué?, quiso saber ella. Uno de los hombres apuntó hacia otro de sus amigos y explicó: Su nombre es riqueza. Luego indicó hacia el otro. Su nombre es éxito y yo me llamo amor. Ahora ve adentro y decide con tu marido a cuál de nosotros tres desean invitar a vuestra casa. La mujer entró a su casa y le contó a su marido lo que ellos le dijeron. El hombre se puso feliz: ¡Que bueno¡ Y ya que así es el asunto entonces invitemos a riqueza, que entre y llene nuestra casa. Su esposa no estuvo de acuerdo: Querido, ¿Por qué no invitamos a Éxito?
La hija del matrimonio estaba escuchando desde la otra esquina de la casa y vino corriendo. ¿No sería mejor invitar a Amor? Hagamos caso del consejo de nuestra hija, dijo el esposo de la mujer. Ve afuera e invita a Amor a que sea nuestro huésped. La esposa salió y les preguntó ¿Cuál de ustedes es amor? Por favor venga y que sea nuestro invitado. Amor se sentó en su silla de ruedas y comenzó a avanzar hacia la casa. Los otros dos también se levantaron y le siguieron. Sorprendida, la dama les preguntó a riqueza y a Éxito: Yo invité sólo a amor, ¿por qué ustedes vienen también, si no podían entrar todos? Los viejos respondieron juntos: Si hubieras invitado a Riqueza o a Éxito los otros dos habrían permanecido afuera, pero invitaste a Amor, donde vaya, él nosotros vamos con él. Porque donde quiera que hay amor, hay también riqueza y Éxito.

Pues sí amigos, realmente es cierto. Porque donde hay éxito, muchas veces las personas cambian, se vuelven arrogantes perdiendo la humildad y sencillez y ven a los demás sobre el hombro con desdén trastornados por el Éxito. Y ¿quién puede darle amor a esa clase de personas? Y…También donde hay riqueza hay arrogancia, prepotencia, deshumanización e inconciencia. Y también quien podría darle amor verdadero a una persona así, solamente por interés.
En cambio como bien se dice en este relato cuyo autor no sé quién es. Con amor siempre se lograrán grandes cosas, porque el amor está impregnado de comprensión, de pasión, de perdón, de compasión, y rompe barreras, no tiene límites. Con amor al trabajo, amor al prójimo, amor a la vida, amor a la esposa y a la familia siempre estaremos rodeados de Éxito y de muchas riquezas. Por eso amigo; nunca es tarde para invitar a su casa al señor amor y disfrutar de su esencia. Tengan por seguro que .el Éxito y la verdadera riqueza llegarán solos.
Hasta la próxima y recuerden:”LA. VIDA ES CONSTRUIDA CON LOS SUEÑOS Y CONCRETADA EN EL AMOR”

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