domingo, 31 de octubre de 2010

SEXO EXTREMO

Daniel Román Montoya

Resulta difícil explicar en qué consiste la hipersexualidad otro desde el punto de vista médico existe dos términos: satiriasis, cuando afecta al hombre, y ninfomanía, alusiva a la mujer. Ambos son empleados para definir un estado de alto deseo y actividad sexual. Aquí cabe la pregunta ¿ para quien y respeto a que paramento? Y si se trata de un concepto subjetivo.
En general, puede decidirse que la actividad y el deseo sexual se convierten en patológicos cuando la búsqueda de placer se torna obsesiva, impide cualquier otro tipo de ocupación y no reportan realmente un bienestar o satisfacción.
Pero también esta es una definición un tanto imprecisa, porque faltan los parámetros que ayuden a definir cuando es normal y cuando patológico. Satiriasis y ninfomanía son sin más dos estados patológicos. Sin embargo su dinámica no ha sido explicada hasta ahora plenamente. Según algunos estudios se trataría de un disturbio provocado por una excesiva producción hormonal. Para otros su origen se centraría en la mente, seria psicológico. Para la mayoría, se trata de un cuadro complejo en el cual se conjugan ambos factores, es decir, que su origen seria tanto fisiológico como psíquico.
Todos los especialistas parecen estar de acuerdo en una cosa: un individuo tan equilibrado, aun cuando desarrolle una actividad sexual intensa, controla siempre sus propios impulsos.
Cuándos estos se les escapan y se tornan irreprimibles, hasta el punto de originar objeciones o provocar alteraciones, se puede hablar ya de patología propiamente dicha
Resulta curioso, pero en términos generales, los estudios médicos registran más casos de hipersexualidad femenina que masculina.
EL CASO DE LAS MUJERES
Aunque nadie ha podido establecer con exactitud sexual hiperactiva, para muchos especialistas en sexología, la ninfomanía es una forma de hipersexualidad que puede considerar como un síntoma producto de diferentes cuadros o enfermedades. En la mayoría de los casos de mujeres incapaces de llegar al orgasmo qué cambian constantemente de pareja en la creencia de que no ha encontrado todavía un hombre adecuado a sus necesidades, pero en realidad, rara vez lo hallan. Otras tienen múltiples orgasmos pero no se sacian y persiguen con avidez muchos contactos. En opinión de muchos especialistas, la ninfomanía es el resultado de problemas mentales sin descartar que el desencadenante sea en ocasiones, de tipo físico.
¿TU TAMBIEN LO ERES?
Las manifestaciones sexual del “hipersexual” resultan más variadas y múltiples que las de las persona con menos libido, pero en ningún caso adquiere carácter de patología. De cualquier forma, esta son algunas de las características generales del hombre con un exceso de libido.
1. Ningún hipersexual es capaz de cometer actos patológicos o criminales en los que el sexo aparece de uno u otra manera. Es más, suelen rehuir de las relaciones conflictivas, ya que solo no les estimulan sino que les inhiben.
2. En el caso del hombre, este se muestra capaz de mantener la erección durante más tiempo, así como también puede aguantar, durante un mismo día, un número mayor de coitos.
3. Con cierta frecuencia, buscan relaciones sexuales en grupo, si bien en grupos muy conocidos. Esto no es indicador para que sea perfectamente feliz con una pareja
4. Suelen mantener, en la edad adulta, una sexualidad similar a la de adolescencia y la cultiva hasta el momento de su muerte. Aunque eso si la erección y el orgasmo en el varón a la correcta formación de la plataforma orgásmica en la mujer, se pueden ver alterados por las enfermedades típicas de la edad.
5. Encuentra connotaciones sexuales casi todas las fases de su vida. Unas veces reales; otras figuradas.
6. En el caso de ser monógamo, puede establecer con más facilidad que el resto de las parejas encuentros extraconyugales que en ningún caso muestran una disminución de afecto hacia su pareja y si el deseo de nueva y variada experiencia sexual.
7. Siempre esta dispuesto a realizar juegos erótico. Aun cuando sufra ciertas dolencias físicas ——como el típico dolor de cabeza—, su capacidad amatoria resulta muy elevada.
Todos en algún momento hemos formado de parte de este club. Aclarado este concepto, podemos ya desentrañar los principales riesgos para la salud que conlleve un exceso de relación sexual teniendo en cuenta que la medida de coitos a la semana se sitúa de uno o diez. El hombre hipersexual suelen sufrir con más facilidad de problemas prostáticos, debido a la congestión que genera en esta glandular por el incremento de las relaciones sexuales.
Si la pareja de este varón es, por decirlo de una manera grafica, muy apasionada, los riesgos aumentan, ya que las irritaciones del glande son frecuentes dando que el exceso de coitos agreda por la acides vaginal, la parte final del pene. El peligro de infecciones solo será probable si ese individuo tiene distintas parejas, lo cual sucede bastante a menudo. En algunos casos recurre de diversas compañeras a modo de escudo, para evitar colmar las elevadas exigencias de su libido con una sola persona, a la cual quizá perdería si tuviera que corresponder a tantos requerimientos. Por otra parte, la masturbación no resulta con frecuencia suficiente para cubrir sus necesidades, sobre todo en personas adultas, ya que crea un estado de insatisfacción permanente. Un problema común en el caso de los varones es su infertilidad. La continua reiteración en los coitos no permite nunca correcta formación de espermatozoides, con lo que el líquido seminal tiene todas las características normales, pero en escasea células germinales.
EXTRAÑOS COMPORTAMIENTOS:
Es importante insistir en que nadie ha podido, ni en principio puede, establecer es una actitud sexual desmesurada. Únicamente el propio afectado se da cuenta de que existe algo equivocado en su comportamiento sexual si un malestar continuo creciente al descubrir que nunca encuentra tranquilidad con el acto sexual. Algunas mujeres inorgánicas se escudan en que no han encontrado aun la pareja que les de esa satisfacción o placer que debe acompañar el acto. Tanto él como ella siguen buscando aquí y allá, cambiando de pareja para encontrar algo que no depende del otro, si no de ellos mismos. Por el contrario, existe un tipo de hipersexuales en el que esta promiscuidad se justifica con un afán por no perder el estimulo placentero que hace el acto sensual un oasis para esconder otros problemas. Cuando el individuó se muestra insatisfecho, tiene como única salida el tratamiento psicoanalítico.
En muchas ocasiones, la hipersexualidad propiamente dicha se confunde con deseos sexuales obsesivos incontrolable; en estos casos no es correcto hablar de satiriasis, ya que el sujeto reacciona en formas más o menos violenta ante su situación. Por ejemplo, la continencia sexual forzada de los marineros o de los presos. También puede encajar en esta condición, aun cuando se trata de motivaciones diferentes, algunas formas de hipersexualidades causadas por los tratamientos farmacológicos, sobre todo hormonales. El caso típico es de la mujer con un tumor en el pecho que se somete a prolongadas terapias de testosterona.
Esta hormona masculina produce afecto de virilización y desequilibra la libido hasta provocar un aumento indeseado de la potencia sexual. La testosterona se prescribe también como tónico y reconstituyente, pero en los sujetos muy jóvenes o no equilibrados desde el punto de vista psicosexual, esta hormona puede desencadenar desequilibrios bastante graves. Por esta situación suele suministrarse con muchísima prudencia. Un incontrolable e imprevisto aumento en los deseos sexuales puede experimentar también después de haber ingerido sustancias toxicas, alcohol o drogas .del mismo modo algunos estados morbosos llegan a afectar al sistema nervioso central y provocar estados de incontinencia sexual, que es definitiva, se presenta como un síntoma de la enfermedad. Generalmente van acompañados otras manifestaciones como alteraciones psíquicas o ambientales.
Aparte de la satiriasis, que es la forma de hipersexualidad descifrable como tal, existe en el hombre algunas patologías que se atribuyen generalmente a un estado hipersexual y que si son descuidadas, pueden desembocar en impotencia. La eyaculación retardada o la imposibilidad de eyacular, se ajustan a este cuadro, lo mismo que el priapismo (erección continua y, a veces dolorosa).
TEST SEXUAL
Cuando se habla de satiriasis o ninfomanía es difícil sugerir una terapia generalizada, pues resulta imposible prescindir del historial de paciente; edad, condiciones en las que vive, estado general de salud, etc. Sin entrar en el terreno de la enfermedad, siempre es imposible encontrarse con individuos que tiene una actividad sexual decididamente intensa, no tanto para satisfacer sus exuberantes deseos como para alejar de si la idea que les obsesiona: ser o volverse impotentes. Para combatir este tumor necesita reafirmarse a sí mismos continuamente a través del único test que conocen: el acto sexual, habitualmente, la terapia de estos estados de hipersexualidad, cuando se han definido como un producto de desequilibrio psicológico, es decir, que no tienen ningún origen hormonal, resulta siempre larga y dificultosa, ya que precisa un cuidado análisis psicológico que permita llegar a las raíces del problema para solucionarlo.
EXISTE UNA HIPERSEXULIDAD TRANSITORA QUE APARECE CUANDO SE TIENE A UNA PAREJA QUE LLENE NUESTRA VIDA AMATORIA Y PERSONAL. EL GOZAR DE BUENA SALUD FISICA LLEVAR UNA ALIMENTYACIÓN EQUILIBRADA, DORMIR BIEN Y DESCANSAR LO SUFICIENTE Y NO ESTAR SOMETIDO A TENSIONES PSIQUICAS ESTRESANTES.
La frecuencia del coito es una característica propia de cada pareja y, sobre todo de cada individuo.
La mayoría de los estudios sexo lógicos conocidos hablan de su frecuencia de dos a tres veces por semana. Pero estos datos son únicamente orientativos pues cada pareja es única en su comportamiento, en el placer que obtiene por coito, y el nivel de satisfacción en el que se desarrolla el acto. La media es distinta para los hombres menores de veinticinco años que lógicamente es mayor. Así también se modifica en el caso del hombre mayor de cuarenta años, ya que el nivel de deseo disminuye. Fuera de las nuestras estudiadas están los casos particulares, que por múltiples razones mantienen un nivel sexual muy superior a la media, como pueden ser las parejas recién constituidas en las que el sexo es una novedad; las parejas en las que uno u otro miembro es estéril, o aquellas cuyo nivel las incita continuamente, como el caso de los fetichistas y el de algunas personas que trabajan en profesiones relacionadas con el mundo del erotismo.
EL HOMBRE QUE PRÁCTICA DEMASIADO EL SEXO PADECE, DE PROBLEMAS EN LA PROSTATA. TAMBIÉN ESTA EXPUESTO A IRRITACIONES EN EL GLANDE A CAUSA DE LA ACIDES VAGINAL

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