Manuel Burguete
Desde el jueves 29 de julio de este 2010 la prensa tuxtleca ya había publicado la noticia. El viernes 30 muy de mañana, la pionera XEWM nos explico la situación: EL HERMOSO PALACIO MUNICIPAL, BIEN LLAMADO PALACIO DE GOBERNADORES DESAPARECE PARA SIEMPRE Y SE CONVIERTE DE GOLPE Y PORRASO EN LO QUE SE DENOMINARA MUSEO BICENTENARIO DE LA CIUDAD. Con esto se suma un ACTA DE DEFUNCIÓN MÁS PARA
TRISTEZA DE LOS COLETOS. Son instrucciones del Gobernador Sabines y ya se sabe que donde manda Capitán no gobierna marinero.
El honorable Ayuntamiento con todo y sus oficinas se trasladará al edificio que hace muchos años albergó a la difunta Fabrica de Hilados y Tejidos San Cristóbal y, más recientemente, a la maquiladora de suéteres propiedad del malcriado del Kamel Nacif, que junto con Pablo Salazar y Chente Fox nos dieron atole con el dedo en eso de crear empleos en esta región de Chiapas. La dichosa maquiladora duró pocos meses y sólo engaño a una gran cantidad de tejedores indígenas contratados para tal fin.
Para noviembre a más tardar según lo afirma y lo confirma el Alcalde Mariano Díaz Ochoa, las autoridades municipales abandonan sin chistar la que fuera la tradicional CASA DE GOBIERNO DE LOS COLETOS. De un plumazo se van a la basura 115 años de preciosa historia de este bellísimo edificio neoclásico de fines del siglo XIX. NO HAY PODER HUMANO QUE SALVE EL EDIFICIO. EL Ayuntamiento se dispersa, se esfuma por los suburbios de la ciudad y pierde imagen, categoría, elegancia, tradición. Ahora cualquier pueblo indígena tendrá mejores instalaciones municipales.
Nos llena de profunda tristeza esta decisión del Gobierno Estatal que lastima profundamente el orgullo de los coletos. Sin embargo es el precio del futuro. Todo cambia y sólo permanece el cambio. A lo mejor ya es tiempo de que tengamos un MUSEO DE LA CIUDAD en forma y como atractivo turístico. Habrá suficientes salas para exposiciones y salas permanentes con fotografías, pinturas, libros, etc., ya que sólo quedarán las oficinas de turismo municipal y el Archivo de la Comuna. A mi juicio también podría quedar la OFICINA DEL ALCALDE Y UNA SOLA OFICINA DE REGIDORES DONDE AHORA ESTA EL SALÓN DE CABILDOS. Hay que salvar un poco de imagen. Que todo se vaya a la basura cabrones.
Desde la época de mis abuelos el Palacio Municipal era un lugar muy respetado. Ir a visitar la CASA DEL SUPREMO GOBIERNO Y SALUDAR O ENTREVISTAR AL ALCALDE ERA TODO UN DÍA DE FIESTA. Se extrañaran las grandes concentraciones y los gritos y pataleos de la Sala de Cabildos. Extrañaremos profundamente el tradicional GRITO DE INDEPENDENCIA. A lo mejor lo dan en ese galerón de la Fábrica de Tejidos. Añoraremos los balcones de la Casa Municipal para ver los eventos del parque especialmente en los días de la Feria de la Primavera y de la Paz lo extrañaremos todo.
Que hay que descongestionar el Centro Histórico es cierto. Ya muchas Escuelas y la misma Feria ya se fueron a los suburbios. Hay más espacio. Ahora le toco al Ayuntamiento. Ya no cabe en este hermoso edificio de fines de siglo XIX. La Comuna ya tiene muchas oficinas y más que se van a crear. Rebasamos ya los 200,000 habitantes De plano voy a añorar mucho el recuerdo de MI PALACIO MUNICIPAL. HACÍA EL FIN DE MI VIDA ESTOY VIENDO A MI CIUDAD DESMANTELADA Y HUMILLADA EN MUCHAS COSAS. LOS MISMOS COLETOS YA SOMOS UNA ESPECIE EN EXTINCIÓN QUE DEBE SER PROTEGIDA. DESAPARECE LA CASA DE GOBIERNO DE LOS COLETOS.
Muchos coletos no conocen lo que tienen y los jóvenes coletos de esta generación les vale madre enterarse de cosas históricas. No obstante es preciso contarle a usted para su información algunos datos muy importantes de este edificio de la Presidencia Municipal, que en unos meses se convertirá en un lugar frío, silencioso, con olor a naftalina y alcanfor y donde nadie hablará en voz alta. Así son los Museos en todo el mundo.
Para que usted lo recuerde, la primer piedra de este edificio que ahora se destinará a otros fines se puso el 19 DE MARZO DE…1885 y la obra se terminó diez años más tarde o sea en 1895. Don Luis Cancino creo que fue el primer contratista de la obra, pero al no ponerse de acuerdo con las autoridades decidió devolver los materiales de construcción. A continuación fue el Ingeniero Carlos Zacarías Flores el que se encargó de la obra con una legión de albañiles y con el apoyo del temible Jefe Político Vicente Espinosa, que siendo Coronel del Ejército tenía mano de hierro para hacer trabajar a los coletos.
En 1895 ya teníamos Palacio Municipal y el 5 de febrero de 1897, el mismo Militar Vicente Espinosa inauguró el QUIOSCO donde antes estuvo el Mercado de los 24 CAXONES y una fuente muy bien decorada que había mandado a construir el Alcalde José Madrigal en 1827 según lo informa el periódico “EL PARARRAYO” en su número 31 que dirigía Fray Matías Antonio de Córdova y Ordóñez. El fiestón de inauguración del Quiosco costó la suma de 450 cachucos, moneda guatemalteca que circulaba por estos rumbos. Los responsables del festejo fueron los señores JOSÉ VELASCO COELLO y BERNARDO MARTÍNEZ.
El Arquitecto Miguel González Galván, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México y que escribió el libro “Vignola en San Cristóbal de Las Casas”, dice que el Ingeniero Flores le imprimió su estilo a la obra monumental del Palacio Municipal por ahora en agonía. Describe la obra maravillosa y dice que en su fachada en partes o pares hay columnas de orden toscano, vestidas de un dórico romano. La planta baja tiene 17 ARCADAS y tiene un gusto impecable. En la parte superior, muy cerca del triángulo donde está empotrado el reloj público se nota el jónico como lo marca el canon clásico. No es balde este es el mejor palacio de Gobernadores que hubo en el sureste de México. Y de presidentes municipales, claro.
En cuanto al reloj es toda una maravilla. Regalado a la ciudad por el rico comerciante Wenceslao Paniagua y su hermano Domingo, fue traído de Europa, precisamente de una Casa Relojera ubicada entre Bélgica y el Gran Ducado de Luxemburgo y que se llamaba PETIT GERBRUDER ANAEL BROEK GESDIER. En los días de la Revolución en Chiapas y la epopeya del Sitio de Ocosingo, un miembro de la famosa Brigada Las Casas que mandaba el General Alberto Pineda Ogarrio, héroe de leyenda para los coletos, le pegó un tiro desde la iglesia de Guadalupe con un rifle alemán con alcance de más de 1,000 metros. El Capitán Víctor Victoria fue el francotirador que le acertó al reloj. Eso me lo dijo Pineda en 1960. Y que no vengan con mamadas algunos “peritos”.
El Palacio Municipal ahora en plena agonía fue partido transversalmente por un terrible temblor en octubre de 1902 por la erupción del Volcán Santa María en Quetzaltenango, Guatemala. Fue reconstruido y quedó más bonito. De 1964 a 1970 en el Gobierno del Lic. José Castillo Tiélemans fue reforzado totalmente y se le cambio el piso de madera de la planta por uno de mosaico y se compuso la azotea. A espaldas del Palacio estuvo por 36 años el Mercado Provisional inaugurado el 15 de septiembre de 1910 por el Centenario de la Independencia. Este mercado costó $ 4,210 pesos, pero de oro y plata.
ADIOS A LA ANTIGUA CASA DE GOBIERNO DE LOS COLETOS. SE VALE UN REQUIEN POR ESTE PALACIO QUE TUVO 115 AÑOS DE VIDA. MUERE EL POALACIO MUNICIPAL Y OJALA QUE VIVA EN EL CORAZÓN Y LA MENTE DE LA COLETADA sólo esto y aquí me pongo a llorar. Amén. Y hasta aquí los teclazos.

El honorable Ayuntamiento con todo y sus oficinas se trasladará al edificio que hace muchos años albergó a la difunta Fabrica de Hilados y Tejidos San Cristóbal y, más recientemente, a la maquiladora de suéteres propiedad del malcriado del Kamel Nacif, que junto con Pablo Salazar y Chente Fox nos dieron atole con el dedo en eso de crear empleos en esta región de Chiapas. La dichosa maquiladora duró pocos meses y sólo engaño a una gran cantidad de tejedores indígenas contratados para tal fin.
Para noviembre a más tardar según lo afirma y lo confirma el Alcalde Mariano Díaz Ochoa, las autoridades municipales abandonan sin chistar la que fuera la tradicional CASA DE GOBIERNO DE LOS COLETOS. De un plumazo se van a la basura 115 años de preciosa historia de este bellísimo edificio neoclásico de fines del siglo XIX. NO HAY PODER HUMANO QUE SALVE EL EDIFICIO. EL Ayuntamiento se dispersa, se esfuma por los suburbios de la ciudad y pierde imagen, categoría, elegancia, tradición. Ahora cualquier pueblo indígena tendrá mejores instalaciones municipales.
Nos llena de profunda tristeza esta decisión del Gobierno Estatal que lastima profundamente el orgullo de los coletos. Sin embargo es el precio del futuro. Todo cambia y sólo permanece el cambio. A lo mejor ya es tiempo de que tengamos un MUSEO DE LA CIUDAD en forma y como atractivo turístico. Habrá suficientes salas para exposiciones y salas permanentes con fotografías, pinturas, libros, etc., ya que sólo quedarán las oficinas de turismo municipal y el Archivo de la Comuna. A mi juicio también podría quedar la OFICINA DEL ALCALDE Y UNA SOLA OFICINA DE REGIDORES DONDE AHORA ESTA EL SALÓN DE CABILDOS. Hay que salvar un poco de imagen. Que todo se vaya a la basura cabrones.
Desde la época de mis abuelos el Palacio Municipal era un lugar muy respetado. Ir a visitar la CASA DEL SUPREMO GOBIERNO Y SALUDAR O ENTREVISTAR AL ALCALDE ERA TODO UN DÍA DE FIESTA. Se extrañaran las grandes concentraciones y los gritos y pataleos de la Sala de Cabildos. Extrañaremos profundamente el tradicional GRITO DE INDEPENDENCIA. A lo mejor lo dan en ese galerón de la Fábrica de Tejidos. Añoraremos los balcones de la Casa Municipal para ver los eventos del parque especialmente en los días de la Feria de la Primavera y de la Paz lo extrañaremos todo.
Que hay que descongestionar el Centro Histórico es cierto. Ya muchas Escuelas y la misma Feria ya se fueron a los suburbios. Hay más espacio. Ahora le toco al Ayuntamiento. Ya no cabe en este hermoso edificio de fines de siglo XIX. La Comuna ya tiene muchas oficinas y más que se van a crear. Rebasamos ya los 200,000 habitantes De plano voy a añorar mucho el recuerdo de MI PALACIO MUNICIPAL. HACÍA EL FIN DE MI VIDA ESTOY VIENDO A MI CIUDAD DESMANTELADA Y HUMILLADA EN MUCHAS COSAS. LOS MISMOS COLETOS YA SOMOS UNA ESPECIE EN EXTINCIÓN QUE DEBE SER PROTEGIDA. DESAPARECE LA CASA DE GOBIERNO DE LOS COLETOS.
Muchos coletos no conocen lo que tienen y los jóvenes coletos de esta generación les vale madre enterarse de cosas históricas. No obstante es preciso contarle a usted para su información algunos datos muy importantes de este edificio de la Presidencia Municipal, que en unos meses se convertirá en un lugar frío, silencioso, con olor a naftalina y alcanfor y donde nadie hablará en voz alta. Así son los Museos en todo el mundo.
Para que usted lo recuerde, la primer piedra de este edificio que ahora se destinará a otros fines se puso el 19 DE MARZO DE…1885 y la obra se terminó diez años más tarde o sea en 1895. Don Luis Cancino creo que fue el primer contratista de la obra, pero al no ponerse de acuerdo con las autoridades decidió devolver los materiales de construcción. A continuación fue el Ingeniero Carlos Zacarías Flores el que se encargó de la obra con una legión de albañiles y con el apoyo del temible Jefe Político Vicente Espinosa, que siendo Coronel del Ejército tenía mano de hierro para hacer trabajar a los coletos.
En 1895 ya teníamos Palacio Municipal y el 5 de febrero de 1897, el mismo Militar Vicente Espinosa inauguró el QUIOSCO donde antes estuvo el Mercado de los 24 CAXONES y una fuente muy bien decorada que había mandado a construir el Alcalde José Madrigal en 1827 según lo informa el periódico “EL PARARRAYO” en su número 31 que dirigía Fray Matías Antonio de Córdova y Ordóñez. El fiestón de inauguración del Quiosco costó la suma de 450 cachucos, moneda guatemalteca que circulaba por estos rumbos. Los responsables del festejo fueron los señores JOSÉ VELASCO COELLO y BERNARDO MARTÍNEZ.
El Arquitecto Miguel González Galván, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México y que escribió el libro “Vignola en San Cristóbal de Las Casas”, dice que el Ingeniero Flores le imprimió su estilo a la obra monumental del Palacio Municipal por ahora en agonía. Describe la obra maravillosa y dice que en su fachada en partes o pares hay columnas de orden toscano, vestidas de un dórico romano. La planta baja tiene 17 ARCADAS y tiene un gusto impecable. En la parte superior, muy cerca del triángulo donde está empotrado el reloj público se nota el jónico como lo marca el canon clásico. No es balde este es el mejor palacio de Gobernadores que hubo en el sureste de México. Y de presidentes municipales, claro.
En cuanto al reloj es toda una maravilla. Regalado a la ciudad por el rico comerciante Wenceslao Paniagua y su hermano Domingo, fue traído de Europa, precisamente de una Casa Relojera ubicada entre Bélgica y el Gran Ducado de Luxemburgo y que se llamaba PETIT GERBRUDER ANAEL BROEK GESDIER. En los días de la Revolución en Chiapas y la epopeya del Sitio de Ocosingo, un miembro de la famosa Brigada Las Casas que mandaba el General Alberto Pineda Ogarrio, héroe de leyenda para los coletos, le pegó un tiro desde la iglesia de Guadalupe con un rifle alemán con alcance de más de 1,000 metros. El Capitán Víctor Victoria fue el francotirador que le acertó al reloj. Eso me lo dijo Pineda en 1960. Y que no vengan con mamadas algunos “peritos”.
El Palacio Municipal ahora en plena agonía fue partido transversalmente por un terrible temblor en octubre de 1902 por la erupción del Volcán Santa María en Quetzaltenango, Guatemala. Fue reconstruido y quedó más bonito. De 1964 a 1970 en el Gobierno del Lic. José Castillo Tiélemans fue reforzado totalmente y se le cambio el piso de madera de la planta por uno de mosaico y se compuso la azotea. A espaldas del Palacio estuvo por 36 años el Mercado Provisional inaugurado el 15 de septiembre de 1910 por el Centenario de la Independencia. Este mercado costó $ 4,210 pesos, pero de oro y plata.
ADIOS A LA ANTIGUA CASA DE GOBIERNO DE LOS COLETOS. SE VALE UN REQUIEN POR ESTE PALACIO QUE TUVO 115 AÑOS DE VIDA. MUERE EL POALACIO MUNICIPAL Y OJALA QUE VIVA EN EL CORAZÓN Y LA MENTE DE LA COLETADA sólo esto y aquí me pongo a llorar. Amén. Y hasta aquí los teclazos.
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